🌈Capítulo 1

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Bella había invitado de nuevo a sus amigas, cada día que vienen se juntan solamente para hablar mal de sus antiguos novios o a pintarse las uñas mientras ven series graciosas que mis padres nos prohíben. Mi hermana suele hacer cosas prohibidas cuando mis papis no están, pero por suerte, mi hermana me da dulces para no decirle nada a mis papás.

En estos momentos estoy en la sala, estoy acostada en el suelo mientras coloreo una tortuga. Me gusta colorear animales de diferentes colores, a esta tortuga le tocó ser de color azul con su caparazón de color naranja. Me retiro mis cabellitos de la frente porque me estorban, mi cabello chino nunca me ha dejado colorear a gusto, por más que Bella o mi madre me hacen coletas mi cabellito siempre vive molestándome, y como ha hecho mucho calor, éstos suelen pegarse a mi frente.

—¡Demonios! —grité para mí misma, ya estaba harta de mi cabello.

—Hey, no digas malas palabras —escuché la voz de una chica. Volteé rápidamente para ver si no era Bella. Creo que tendré que pensar la forma de pagarle para que no le diga a mis papis.

—Hola pequeña, soy amiga de Bella. ¿Cómo te llamas? —se agachó para estar a mi altura. Me levanté del suelo y me sacudí.

—Soy Renata, pero dime Reny, Renata es un nombre muy feo —le digo.

La chica rió como estúpida.

—¡Entonces te diré Reny! Aunque Renata es un nombre muy lindo. Reny te queda más... ya que eres muy linda y tierna.

—Muchas gracias, mis papis me dicen lo mismo siempre.

La chica volvió a reír y se sentó en el sofá de color gris. La amiga de Bella traía una horrible falda y una camisa negra de botones... también era horrible. Era el espantoso uniforme que yo usaría en algunos años.

—Hace mucho calor, ¿eh?

—Sip, mis cabellitos impedían realizar mi obra maestra —levanté mi libro de colorear del suelo y se lo mostré. Se quedó sorprendida por mi talento.

—Vaya, coloreas muy bien para tu edad, por cierto... ¿cuántos años tienes?

—Tengo 6, ya iré a la escuela este año.

—Me parece genial —la chica no paraba de mirarme, ¿que seguía haciendo aquí? ¿y mi hermana? ¿y sus amigotas?

—¿Dónde está Bella?

—Salieron por unos cigarros, Bella me dijo que me quedara a cuidarte unos minutos.

—¿¡Cigarros!? ¡Eso está mal! —¡mi interior estaba ardiendo en llamas! Esto sí se lo diré a mamá y papá, y no importa que Bella me dé la cantidad de dulces de todo el universo.

—Pequeña, vi tu hermoso rostro. No le vayas a decir a tus papis, sólo nos estamos divirtiendo —sonrió de la misma manera que sonríe Bella cuando intenta convencerme de darle mi postre.

—¡No me gustan sus diversiones! —le grité para que entendiera que están haciendo mal.

Ella solamente rió y acomodó la falda de su espantoso uniforme.

—Hace muchísimo calor, ¿te importa si me quito la camiseta?

Arrugué la frente. No quería verle las chichis a una desconocida, solamente se las he visto a mi mamá cuando me daba de comer.

Ella rió.

—No pasa nada, al cabo ambas somos mujeres, princesa —y empezó a desabotonar la camisa de arriba a abajo. Tapé mis ojos con ambas manos. Esto sería repulsivo.

—Ya vez, Reny, no pasó nada —me dijo, y poco a poco fui destapando mis ojos. Tenía razón, yo creí que pasaría algo muy malo.

Miré sin querer sus boobies que estaban al descubierto, obviamente tenía de esos cubre-boobies que mi hermana y mi mami usan. Era de color rosa pastel, y tenía un estampado de flores que llamaban mucho mi atención, me gustaba mucho ese color y las flores.

—¿Te gusta mi sostén?

—¡Sí, es muy bonito!

—¿Te gustaría... tocarlo?

—¡Claro que si! —fui directamente hacia donde ella estaba sentada y toqué su cubre-boobies. Era muy lindo, y muy suave, era algo grande, así que tenía que pasar todas mis manitas por la gran cantidad de tela que tenía.

—Cuando sea grande quiero tener un cubre-boobies como el tuyo —le dije muy contenta.

—Claro, pequeña, yo me encargaré de que tengas uno —acarició mi muy ondulado cabello recogido en una coleta.

—¿Cuándo tendré unas boobies como las tuyas? —la pregunta que nunca me animé a decirle a mi mami se lo dije a ella, tal vez mi madre me regañaría por esa pregunta.

—En algunos años, chiquita, estarás muy bien desarrollada igual que yo.

Sonreí, ¡por fin habían aclarado mi duda!

Tomé asiento al lado de ella, y me dispuse a ver el televisor.

La chica me miró, ¡ya me ha mirado mucho hoy!

—Eres preciosa —me dijo mientras acariciaba mi cachetito.

—Uhm... Gracias —esto comenzaba a asustarme.

—Ay, iré al baño, pequeña, no tardaré —se levantó y desgraciadamente se le levantó la falda, pudiendo ver su asqueroso trasero con un calzón rojo.

—¡Iugh! ¡Se te vieron los calzones!

La chica bajó su falda y rió, tomó la camisa en sus manos y se dirigió al baño.

Qué amiga tan rara tiene Bella.

La amiga de BellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora