I Was All For You..{Austin Carlile}

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Luego de bajarnos de el vehículo, el chofer nos ayudó a llevar las maletas adentro. Nos indicó donde estaba la comida para el tiempo que nos íbamos a quedar y luego se fue, sin antes tomar el registro de que habíamos llegado.

Comenzamos a recorrer la cabaña. Solo había una habitación, y una cama matrimonial. También una habitación con un jacuzzi y un mini bar con botellas de licor. En el otro extremo estaba la cocina, un baño a parte, un comedor y una sala con una tv gigante. Vaya lujo. La cabaña por dentro era de un hermoso color pastel con diseños cafés.

Pasamos a dejar nuestras cosas en la habitación matrimonial y luego salimos a caminar. El ambiente era malditamente escalofriante, aunque fueran las dos de la tarde. Por suerte, Austin no tuvo la idea de hacerme alguna broma. Ya sea dejando me ahí o fingir que había alguien más mirándonos. Creo que este va a ser un buen viaje.

•Austin•

Ni siquiera sabía como se llamaba la chica que estaba sentada al lado mío en el avión, pero ver a mi mujer celosa, fue lo más tierno y excitante que he visto hasta ahora. Todo el camino hacia la cabaña, mi mente reprodujo esas salvajes miradas de odio que Britt le daba a la rubia,cosa que me hizo mucha gracia.

Al llegar, dejamos todo en orden y para que negarlo,la cabaña era hermosa. Luego, salimos a dar una vuelta. Me fijé que no habían más cabañas cerca, estábamos -prácticamente- en medio de la nada. Teníamos comida como para un mes, pero solo nos quedaríamos 2 semanas. ¿Que clase de empresa hotelera deja a sus clientes en medio de la nada?, un asco. Pero bueno, ya estábamos aquí y no hay nada que hacer. Seguramente nos llamarían o algo, que se yo.

-Oye, Brittany.

-Dime

-Ni siquiera sabía el nombre de la rubia del avión -solté.

-¿Qué? -se giró hacia mí.

-Si...solo quería verte celosa...para besarte -le dije apegandola a mi.

-Austin Carlile eres un maldito des...-se calló y de un momento a otro se escabulló de mi agarre y comenzó a arrojarme nieve.

-¡Oye no! detente -le exigí.

-Esta me las vas a pagar Carlile -dijo corriendo hacia unos pinos y perdiéndose allí.

-¡Te vas a perder! -me reí.

-¡Quizás! -la escuché gritar a lo lejos y comencé a ir por donde ella había pasado antes.

Pasé por el lado de muchos pinos, maldición todo era igual. Seguí buscando hasta que divisé las huellas de sus zapatillas en la nieve. Las seguí hasta un punto en donde se dividían hacia dos caminos diferentes. Esto me estaba cabreando.

-¡Brittany! -grité- ¡esto no es justo!.

Y al momento de girarme, una bola de nieve se estampó en mi cara haciendo que perdiera el equilibrio y cayera en la nieve fría. Cuando me quité la nieve de encima -aún en el piso- Britt se tiró sobre mi riendo y poniendo sus manos a cada lado de mi cabeza, así como cuando teníamos sexo.

-Te dije...que me las ibas a pagar -dijo agitada.

-Estás...nerviosa -dije.

-Tenía miedo -respondió- sabes que no me gustan los lugares así,pero me aguanté;para vengarme.

-Fuiste muy valiente, para nada.

Logré que quedara debajo mío y volvió a reír. Algo le pasaba, no siempre reía por todo.

-¿Que pasa? -pregunté.

-Tengo frío -rió.

-¿Volvemos a la cabaña o seguirás arrojando me bolas de nieve?.

-Volvamos.

Me paré y luego la paré a ella y nos regresamos caminando y de la mano hacia la cabaña. Al llegar, prendí la chimenea mientras ella se metía al baño a no se qué.

-¡Austin! -me llamó- ¿Estás ocupado?

-Estoy haciendo algo para tomar respondí- ¿por qué?

-No nada -dijo.

-Como sea -murmuré.

A los 20 minutos aproximadamente, Brittany llego hasta la cocina, me abrazó y yo la ignoré.

-Deberías ir a sacarte la ropa húmeda -me dijo.

-Iré enseguida -respondí.

-¿Que te pasa?

-Nada

-¿Nada?

-Nada

Brittany se fue de la cocina y encendió la tv en la sala. Terminé de hacer lo que me tenía tan ocupado y me di un baño relajante. 15 minutos después, ya listo, volví a la cocina. Y tal como lo quería, mi café con espuma y crema, estaba listo. Tomé las dos tazas y me fui a sentar con Britt, que estaba viendo "Flowers in  the attic". Le tendí, la taza y la tomó con cuidado, pasé un brazo por su hombro y me miró. Yo le sonreí con el propósito se demostrarle seguridad y cuanto la amo.