No estoy loca, ¿Verdad?

5 0 0
                                    

Abrí la puerta y alli estaba el gato a rayas con una carta en la boca, no, no puede ser, el gato avanzo y depositó la carta a mis pies -se trata de una broma- pensé mientras la recogía -seguro que Sabrina o alguna de las chicas me está tomando el pelo- me hice a un lado y el gato entró en casa.

Una vez dentro, no pude creer lo que vieron mis ojos, el gato comenzo a transformarse, la figura que apareció ante mí no era otra que la de la profesora McGonagall, de la que tanto había leído en los libros de mi infancia y tanto había admirado y deseado conocer. Estaba alucinando, no podía ser otra cosa, no me drogo, no bebo, ¿habría cogido un virus de 24h y estaría delirando de fiebre?-Supongo que sabes qué hago aqui- Me dijo al ver que no reaccionaba-No, no puede ser, no puedo estar hablando con la directora McGonagall, todo eso es un mundo de ficción, creado para los niños- dije de manera apresurada, pensando en voz alta- Si me permites, me gustaría explicartelo todo, pero no tenemos tiempo, si quieres conocer quien eres y oir la explicación que tengo que darte debemos darnos prisa- Y así fué como agarré su mano y desaparecimos de mi apartamento sin dejar rastro.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 09, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La generación perdidaWhere stories live. Discover now