Beyond Two Souls | KouBaru

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Habian pasado ya dos años desde la partida de Los dos hermanos mayores de los Sakamaki y del mas alto de los Mukami, cualquiera pensaria que al ser menos ambas familias se llevaban mejor pero cabe destacar que desde la partida de los tres antes mencionados, los que aun vivian en la mansión casi no hablaban, a diferencia de antes, todos comian en horas diferentes y se podria decir que la mansión estaba casi abandonada, si no fuera por el simple hecho de que todos se veían obligados a ir a dormir a la mansión y ayudar a limpiarla por una simple regla...

"El que no venga a dormir aquí y no ayude a limpiar, limpiará la mansión sin ayuda durante medio año, todo lo que hagan no me interesa... Pero eso ni piensen en olvidarlo porque les va a ir muy mal"

Imagino que sabran quien puso esa maldita regla del demonio, el único con suficiente aura de autoridad a el que el resto aún respeta... Y no, no fue Ruki, el pelimorado se la pasa trabajando para que nadie muriera figuradamente de hambre, ya que todos son vampiros, pero KarlHeinz ya no da sacrificios ni dinero para subsistir por lo que el tuvo que hacerce cargo...
En fin descartando a Ruki, todos seguian la regla que claramente solo pudo haberla puesto aparte del antes mencionado, el único albino de la casa.
El hecho de que Subaru no se relacionara con nadie literalmente, había influido tanto que todos habian generado respeto por el menor. Quien no los conociera diria que el albino es el mayor de la casa...

—Ojala fuera así, tal vez no sería tan incomoda la cuestión de las estaturas en una relación... —Mencionó el rubio mientras dejaba de escribir en aquella libreta que estaba por terminarse, puesto que el chico llevaba un recuento de las cosas que pasaban desde que inició su relación con el albino y que hasta día de hoy seguia, sin embargo, no todo era color de rosas, la relación de ambos estaba en un estado critico y el rubio estaba tan perdido que no sabia que hacer, solo se dedicaba a seguir llenando la libreta, escribiendo como si  fuera otra persona y no una de las que esta viviendo esas situaciones...

Normalmente el albino pasa horas encerrado en su habitación sin que nadie sepa lo que hace, esta totalmente prohibido entrar a la habitación generando un aura de misterio y curiosidad cada vez que se pasa frente a esta.

De un momento a otro la libreta paso de estar posicionada en la mesa a estar en el suelo, el rubio la había lanzado y es que era mas que claro que estaba frustrado, su novio ya casi no lo tomaba en cuenta y podria decirse que el albino ni se acordaba de que tenia novio... Claramente el Mukami sabía que tarde o temprano pasaría algo así, sabía como era el menor y no pensaba obligarlo a cambiar, pero para el aveces era muy frustrante el que su novio no le prestara atención, ya tenian bastante tiempo saliendo pero poco a poco todo se deteriorba más, sin embargo el Sakamaki no estaba en sus mejores condiciones y eso nadie lo entendia, aunque no quisiera aceptarlo le dolio que su antiguo hermano favorito se fuera o sea se Shuu, que el único de sus hermanos al que le tenia respeto no lo llevara con el o sea se Reiji.
La partida del segundo antes mencionado le había hecho sentir peor de lo que estuvo toda su vida, fue de los pocos que trato de entenderlo a pesar de no ser muy cercanos;  en la memoria del albino aún perduraban las palabras de su hermano:

"Te juro que si lo que estoy haciéndo sale como lo tengo planeado volveré y sere el mejor hermano para ti, siempre me dedique a intentar calcularlo todo con estadisticas y me di cuenta de que a ti no podía hacerte eso, ¿qué clase de hermano sería si te hago sufrir mas Subaru?, si núnca vuelvo... Sera porque no soy lo suficientemente capaz de ayudarte, pero ten por seguro que voy a volver... "

Tal vez Reiji fuera frío y calculador pero esas palabras habían podido llegar al corazón de su pequeño hermano quien en ese entonces aun seguia teniendo 16 años, por primera vez en mucho tiempo el albino había llorado, pero el tenía en claro una cosa su hermano volvería, o eso creía... Pasaron dos años en los que espero y se distanció mucho de los que en ese tiempo considero cercanos, dejo de esperar pensando que tal vez al mayor se le había olvidado, pensamiento que le hizo hundirse mas de lo que ya estaba aunque en su alma aún quedaba una pequeña porción de esperanza en donde su hermano llegaba y le ayudaba con todo en lo que necesitaba ayuda, iniciando por su relación.