Capitulo 21: Las consecuencias de las acciones

123 5 3
                                    

— Takeshi Uchiha.

El tiempo pasaba y no encontraban lo que tanto buscaban, información sobre el jinchūriki. El contacto que Takeshi había llamado no le pudo dar mucha información ya que es información clasificada Kage, por eso decidió comenzar a moverse de ciudad en ciudad buscando sobre su objetivo.

Junto a su pareja Flamie y el equipo Taka trataban de esconderse de la policía y los problemas, no querían llamar la atención antes de comenzar la misión. Ellos se encontraban en una ciudad bastante cercana a la aldea que Takeshi había mencionado, la aldea oculta entre las nubes. Takeshi entendía que en ese lugar se encontraba lo que buscaba, quería entrar, filtrase en ella y poder obtener información. La cual hizo, fue una misión rango S, filtrándose en la aldea sin decir que era una misión suicida, era el hombre más buscado de las 5 aldeas, si logran detectarlo sería hombre muerto.

Fue una noche entre las 2:00 am cuando logró infiltrarse a la aldea sin compañía de su equipo o de Flamie, él había decidido hacer esta misión solo sin consultarlo con su propio equipo o con su pareja, no quería que cogieran un gran riesgo. Infiltrase no fue un problema para el, hablamos de un ex miembro de los anbus élites los encargado de proteger a su Kage o hacer sus misiones. Tratando de no llamar la atención corría entre los callejones, para evitar ser detectado. La aldea era bastante grande pero antes de entrar había robado un mapa de la aldea, no decía pasadizos o cosas así por el estilo, era un mapa turístico. No tardó ni 20 minutos en poder llegar frente el edifico Kage, miraba con atención un lugar donde poder entrar sin hacer ruido.

Escucho como unas personas iban pasando por el lugar, él solo dio un paso hacia atrás escondiéndose en la sombra para evitar que lo vean dejando pasar esos civiles pasó detrás de ellos como su fuerza una simple sombra sin que los civiles lo detectaran, corrió hasta una de las ventanas del edifico, sacando una de sus kunais comenzó hacer un poco de fuerza para lograr abrir la ventana rompiendo el seguro de ella, guardó su arma en el bolso que tenía en la parte trasera de su cadera. Logrando entrar sin ningún problema comenzó a caminar hacia las escaleras para ir directo a la oficina del Kage, se podía escuchar una conversación a lo lejos y mientras se acercaba a la oficina más alto se escuchaba la conversación. Al llegar a la orilla de la puerta para entrar a la oficina del Kage observó que estaba semi abierta, dándose cuenta que la conversación provenía de hay, pegándose a la pared arrodillarse para estar cómodo y poder escuchar la conversación.

— Señor Raikage, tenemos a tu hermano en vigilancia parece estar en un tipo de cabaña, lleva días en ese lugar sin salir, pero aún sentimos su chakra. — Dijo uno de los hombres en la sala, parecía estar arrodillado con la cabeza agachada frente un escritorio, era una forma como los anbus y los kages hablaban.

— Bien, ese idiota parece sólo meditar, así que pueden tomar un descanso yo iré a visitarlo personalmente este domingo — Su voz era bastante gruesa, su tono sonaba muy serio, parecía ser una persona importante la que vigilaban. Dando media vuelta mirando aquellos ninjas que estaban de él, en total eran 3 sin contarlo a él. — Pueden retirarse — Bajo la mirada al escritorio observando unos papeles, suspiro un poco dejando que esos ninjas desaparecieran del lugar.

Takeshi rápido se echó hacia atrás dejando que aquellos 3 ninjas se fueran, de suerte había una mesa tras de él y con ella se escondió. No pasó ni 3o minutos cuando el Kage salió de su oficina caminando hacia las escaleras, Takeshi aprovechó para poder entrar a la oficina comenzando a rebuscar en ella la información que buscaba, buscaba y buscaba pero no encontraba nada, se detuvo frente el escritorio mirando los papeles que tenía sobre el, comenzó a leer, abrió los ojos y de golpe mirando que era exactamente lo que buscaba, así que tomó esos papeles guardándolo en su bolso para salir de aquella oficina, parecía que ya se habían dado cuenta que alguien se infiltró, se escuchaba pasos como si vinieran corriendo, sin dejarlo sin opción él solo elevó su mano derecha hasta su pecho cerrando los ojos haciendo un sello con sus dedos desapareciendo  del lugar usando su técnica de tele-transportación.

La historia de un psicópata y una suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora