Volviendo al presente ~Kiseki no Sedai~

~16.

~Estabamos terminando de comer y las chicas ya se iban, aunque ese par de tortolos sus miradas se cruzaban, al final me iba despidiendo de ellas.

-Misión cumplida -dijo Sazori.-

-Creo que salio... bien -dijo Suzune nerviosa y sangrando por la nariz.-

-Mucho aguantaste -dije para reirnos y se fueron pero antes...-

-No te atrevas a cerrarle la puerta a tu entrenadora -me dio un escalofrio... Riko estaba detras mio y ¿el equipo?, todos entraron.-

-¿Q-qué?, ¿por qué se quedaran en mi casa? -también me lo pregunte, me era un poco incomdo, estar al lado de Kuroko.-

-Kagami, tú casa es la más cercana -todos se quedaron viendo la casa del sin cerebro de mi hermano, y de igual forma se dieron cuenta que mi hermano, respira basket, piensa en basket, estudia basket, lee revistas de basket, no se come la pelota de basket porque puede razonar antes de hacerlo, pero es un idiota.-

-Kagami-kun, tú casa es muy espaciosa -dijo Kuroko, yo igual me sorprendi que no tenia nada desordenado, pero gracias a Dioa que mi hermano no es desordenado.-

-Oye, Kagami ¿puedo usar el baño? -pregunto Koga.-

-Ah, si esta al fondo a la derecha... -el chico va, pero luego de unos minutos sale gritando.-

-Koga, ¡¿qué pasa? -le pregunta Teppei.-

-a-a-ahi... u-una mu-mujer!!
-pienso rápido que es...-

~Si, es Alexandra salio poniendose la franela blanca, y restregandose los ojos, parecia adormilada, luego de abalanzarse a mi hermano y besarlo, lo que odie, no por celos pero... <<Suzune>>, respiro hondo y esta se sienta al lado de Riko, a la cual besa y todos nos quedamos en shock.

-Oh, lo siento te confundi con un chico, al no tener tanto pechos
-sonrio como una boba, al final todo esto me dio risa, y bueno que se le podia hacer.-

~Al dia siguiente, el enfrentamiento contra Yōsen... Murasakibara, se me habia olvidado el gigante violeta, mi hermano tiene que de nuevo volver a América ya que vino como estudiante de inter cambio, espero que haiga aprendido algon nuevo, ibamos viajando hacia el estadio, solo de pensar en Murasakibara me ponia intranquila.