Volviendo al presente ~Kiseki no Sedai~

~3.

-¡Sumi-chan, alejate de la estufa!
-mire mal a mi hermano este me llevo lejos de la cocina.-

-¡Estaba haciendo el desayuno, idiota deberias agradecerme, te quedaste dormido! -no me habia fijado que mi hermano solo tenia el mandríl y el boxer puesto.- ¡eres un pervertido!
-le tire una almohada.-

-¿Qué? -el inteligente se dio cuenta y subio a ponerse algo, pero antes.- no te atrevas a tocar la estufa

~Bueno, mi hermano es mejor que yo en la cocina, deja vú de la vida, terminamos de desayunar y tomamos el autobús para llegar a tiempo, la entrenadora nos miraba mal y bueno le termino pegando a mi hermano, vi entrar al equipo de Shutoku, unos ojos verdes se clavaron en mi, trague saliva y frunci el ceño, esto no iba a salir bien, mi hermano, el grandisímo idiota fue en dirección a Midorima, estos al parecer se iban a dar la mano, no fue así, mi hermano le dio su número, ¿Kagami Taiga, de verdad es mi hermano?, me hacia esa pregunta todos los dias de mi vida.

-El tiempo ah pasado ¿no es asi, Sumiye? -me hablo Midorima.-

-Si, por lo que veo algunas cosas nunca cambian -este se retiro.-

~Empezó el partido Seirin vs Shutoku, y debiamos clasificar si o si, para ganar la Winter cup, claro no estaba de parte de ninguno de ellos, pero es el equipo de mi hermano, si Kuroko es su sombra no me queda otra opción, voy al baño y el pasillo me encuentro a un chico de cabello rubio, sonrisa perfecta, cuerpo bien torneado, un pircing en la oreja izquierda, el chico ideal para cualquier chica con hormonas calientes, pero para mis ojos era otra basura humana.

-¿Sumiyecchi? -hay está agragandome el maldito "cchi", lo miro mal, para luego seguir caminando.- ¡Sumiyecchi!
-Kise se abalanza sobre mi, yo le di una patada en su entre pierna, respire calmadamente.- ¿qué te pasa, Sumi...?

"Kise, te acabó de ignorar, se fue con sus fans"

-No deberias hablarle a alguien a quien ignoras, digo... por algo la estas ignorando -Kise se quedo en el suelo, sorprendido, segui mi camino al baño, total no me hiba a detener a saludarlo.-