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-Karma-kun, vamos, es hora de despertar.- Escucho una voz hablarme, creo que es un hombre. Sin embargo, aun sigo cansado.

-mm, un poco mas papá.

-¡¿A quien le estas diciendo papá?!- Comencé abrir mis ojos al escuchar ese cambio de actitud.

-Koro-sensei... ¿Que hace en mi casa?

-Karma-kun, no estamos en tu casa, estas en la escuela.

-¿Ah?

-Veo que no te acuerdas de nada, por cierto, te traje ropa limpia, sera mejor que te cambies antes de que lleguen tus demás compañeros.

-¿Que hago en la escuela?.- Volví a preguntar, sin obtener ninguna respuesta.

-Por cierto, debes comprar otro celular.- Dice antes de enseñarme el... ¿pero que...? Eso...

-¿Eso es mi celular?

-Claro que si, pude rescatarlo del agua.

-¿Agua?.- Menciono antes de sentir un dolor en mi nuca.- Duele..

-Ah si, te pegaste contra una roca, tienes suerte de que no dejo un chichón.

-Yo también me alegro de eso.- Comento, dejando de acariciar mi nuca, y tomar mi ropa.

-Te espero en la sala de profesores, Manami-chan me prometió traerte el desayuno temprano, sera mejor no hacerla esperar. 

-Ok.- Respondí, antes de que saliera y me levantara, notando en la ropa que incluso me trajo unos bóxer, agua, mi celular todo mojado, es obvio que ya se debió averiar. Comencé a quitarme mi ropa, sintiéndola aun mojada, me sorprende que no aiga despertado con fiebre. Termine de cambiarme, al menos, nadie notara que no llevo mi camisa de botones y solo es una blusa normal de manga larga, aunque es demasiado abrigadora para estos días de calor, tome mi suéter, que al menos esta seco. Salí de la enfermería, dirigiendo me a la sala de profesores como me lo había pedido Koro-sensei, entre disparándole apenas le vi, viendo como lo detiene con sus palillos de ramen.

-Vaya que no pierdes ni un segundo en atacarme.- me dice y solo embozo una sonrisa, mientras me acerco y me siento enfrente de el, entrelazando mis dedos mientras recuesto mis codos en la mesa, dejando los antebrazos en dirección hacia arriba, formando un ángulo recto.- ¿Sabes? Hace tiempo que este lugar no tiene compañía, y estando tu aquí, me recuerda a cuando Karasuma-sensei estaba con nosotros. De seguro cuando llegue Manami-chan, sentiré como si estuviera volviendo Bitch-sensei.- Comenta, haciéndome sentir sorprendido por referirse a nosotros como ellos, pero solo ellos estaban aquí para pasar el rato con Koro-sensei, y luego yo termine disparándoles. Eso me hace sentir mal.

-Creo que termine dejándolo solo como antes.

-Lo se, pero debemos aceptar esa realidad mientras sigamos vivos.

-Koro-sensei, ¿porque decidió salvarme? Aun si el agua era su mayor debilidad, ¿Porque salvar a un asesino como yo?- Pregunte, alzando la mirada para observarlo, notando como se queda callado durante unos segundos, aun sonriendo me antes de asentir.

-Entiendo como te sientes. Pero, no debes olvidar que yo también soy un asesino, y al igual que tu, fui traiciona y ayudado en muchas y pocas ocasiones. El hecho de que aigas matado a dos personas, no significa que nadie te ayudara cuando estés en peligro de muerte. No importa ni que tan aterrador seas, habrá una persona que este dispuesta a salvarte.

-Koro-sensei, no siempre me va a salvar, y aunque pudiera hacerlo, usted morirá en cualquier momento.

-Y mientras yo siga con vida, siempre te salvare, aun si te haces pedazos, yo estaré para reconstruir tu cuerpo y salvarte.

¡¿Chibis?! (AsaKaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora