Ministerio de Magia
Departamento de Seguridad Mágica
10 de agosto de 2016
10:00pm
Una castaña suspiraba cansada mientras se recostaba completamente en el respaldo de la silla, se sentía totalmente agotada, tanto física como mentalmente, había pasado toda la tarde de aquí para allá, de reunión en reunión, gracias a eso tenía demasiado trabajo sobre su escritorio, en la mañana cuando salía de su casa había planeado adelantar todo el papeleo que pudiera pero no contó con todas las reuniones que surgieron a última hora, como cosa rara.
Eso la enfurecía de sobremanera ya que estropeaban completamente todos sus planes, su agenda minuciosamente organizada, odiaba que todo se hiciera a última hora, por eso, ella siempre planeaba todo con anterioridad, pero los del Ministerio no lo entendían y eso la frustraba.
Miró su reloj de muñeca, ya era demasiado tarde, obviamente sobrepasaba su hora de salida, volvió a dirigir la vista a su escritorio, a pesar del inminente retraso que le ocasionaron las reuniones había podido adelantar suficiente trabajo por hoy, se levantó con lentitud de su silla, cogió su túnica y su bolso dirigiéndose a la chimenea no sin antes echar un último vistazo a su oficina comprobando que todo estuviera en completo orden ya que no planeaba colocar un pie ahí ni mañana ni pasado, trataría de descansar todo lo que pudiera el fin de semana.
Al salir de la chimenea encontró la sala en penumbra, no le extrañó por las altas horas que eran, después de conjurar un lumos para iluminar la estancia y no tropezar, subió las escaleras en completo silencio, al llegar a la puerta de su dormitorio suspiró profundamente antes de entrar, sabía que su marido estaba despierto ya que la luz se colaba por debajo de la puerta.
-Hermy-.Rodó los ojos, ¡Qué me llamo Hermione!.-Qué bien que ya llegas amor, por un momento pensé que te quedarías hasta más tarde-.La recibió sentado en la cama.
-No podía, he estado todo el día de pie y me siento sumamente agotada, me voy a dar una ducha antes de acostarme-.Le dijo mientras se iba desvistiendo y le daba la espalda.
-Por cierto, Harry ya volvió de su misión-.Le avisó.
-Qué bueno-.Comentó con voz cansada.
-Sí, mañana es el cumpleaños de Ginny, por esa razón es que llegó antes-.Explicó.-Estamos invitados a La Madriguera a una reunión familiar para celebrar-.Le informó.
-Mañana es sábado, planeaba quedarme en casa descansando-Suspiró resignada.-¿Es en la tarde? Así por lo menos puedo descansar en la mañana.
-Sí, no te preocupes-.Suspiró.-Hermione sigo insistiendo que no deberías trabajar tanto, por un momento pensé que era por Harry que te quedabas hasta tarde en el Ministerio, pero a pesar de que estuvo de misión este mes, tú sigues llegando tarde-.Admitió.
-Ron no empecemos por favor-.Frunció el ceño.-Realmente me siento cansada y si, como te diste cuenta no es por Harry, es por mi trabajo-.Enfatiza.-Últimamente tengo demasiado y cuando me quedo hasta tarde es adelantando para poder llegar los demás días temprano-.Le explicó con cierta molestia.
Se levantó de golpe sin dejar que el pelirrojo dijera algo encerrándose en el baño dispuesta a tardarse más de lo normal para cuando saliera encontrarlo dormido.
Y así fue, cuando salió del baño con la bata puesta ya el pelirrojo se encontraba profundamente dormido, se sentó en su cama quitándose la bata, alargó la mano cogiendo su crema olor a vainilla, se echó en la palma de la mano para después pasarla por sus piernas, muslos, brazos y cuello.
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Infieles
RomanceInfieles... Esa palabra resuena en mi mente... ¿Realmente somos infieles? Yo lo amo tanto y él me ama a mi. ¿De igual manera se nos puede considerar infieles? ¿Cuando el acto que consumamos no es mas que hacer el amor? Lo que hacemos, lo hacemo...