Día 4

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La mañana llegaba y los primeros rayos del sol se colaban por la ventana dándole directo a los ojos de cierto chico peliverde.

El chico entreabrió los ojos, acostumbrándose a la luz y cuando intento levantarse sintió una mano en su cintura. Giro su cabeza y sonrío al ver a su pareja.

Ese chico de cabello bicolor, mitad rojo y mitad blanco; sus ojos bicolores, uno turquesa y el otro gris. Ese chico que lo había enamorado en sus días de escuela, con el que había pasado tantas cosas y ahora después de seis años de noviazgo se casaron.

Izuku acarició el rostro de su pareja, acarició con cariño aquella cicatriz en su ojo izquierdo. A él nunca le importo que le dijeran que ambos eran hombres, para Izuku eso jamás fue o seria un impedimento.

El chico de cabello bicolor abrió los ojos al sentir las manos de Izuku en su rostro y le dedicó una sonrisa.

Shōto amaba todo de Izuku, amaba sus sonrisas, sus sonrojos, sus ojos verdes, sus pecas y su cabello revoltoso.

- Buen día amor - dijo Shōto

- Buen día Shō-chan - dijo Izuku - ¿qué  quieres para desayunar?

- Mejor salimos y comemos algo

- No, hoy es nuestro primer día de casados y quiero prepararte algo especial - Izuku hizo un puchero

- Esta bien - suspiro Shōto - puedes prepararme lo que quieras, mientras estén preparadas por ti será delicioso. 

- Shō-chan, a veces dices cosas tan vergonzosas - el peliverde estaba sonrojado - ve alistándome por mientras

- Esta bien - beso la mejilla del peliverde - me iré a bañar

Izuku y Shōto desayunaron juntos, en la tarde fueron a la playa que estaba cerca y se la pasaron nadando y viendo el atardecer. 
Fueron a un supermercado para comprar víveres para los próximos días.

Cuando llegaron a su casa cenaron y luego se sentaron juntos en el sofá y ver algunas películas.

- Shō-chan, estoy tan feliz de estar contigo

- Yo también soy feliz de estar contigo Izuku

- Sabes, al principio pensé que todo era un sueño... un maravilloso sueño - ambos se abrazaron - pensé que quizás algún día despertaría

- Tú me ayudaste cuando más lo necesitaba, me ayudaste a salir de la oscuridad y te volviste mi luz - Shōto acarició el rostro de Izuku - te volviste imprescindible en mi vida... Te amo Izuku

- Yo te amo más Shō-chan

Shōto delineo el labio inferior de Izuku y ambos se besaron. El beso empezó lento y cada vez se volvía más salvaje, la falta de aire los hizo separarse y solo un hilo de saliva los unía.

Volvieron a besarse y las caricias no tardaron en aparecer, Shōto empezó a acariciar el cabello y luego el rostro de Izuku.

Izuku se aferraba a los brazos de Shōto, se volvieron a separar para recuperar el aliento y Shōto cargo a Izuku hacia su habitación.
Ambos llegaron entre besos y caricias llenas de amor a la habitación.

Esa noche la luna volvió a ser testigo del amor que se juraban dos personas en medio de las caricias que se repartían.

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