Pudimos ser ese huracán más temido y destructivo.
Y aunque decidiste ser el viento, fue solo para verte pasar.
Y yo aquí convertida en agua, hoy más mar que río. Irónicamente sigo muriendo de sed.
No hay horizonte que finja que nos pertenecemos, vos allá arriba, y yo en el infierno.
Voy regando la tierra para ver crecer esa flor, un soplido tuyo y lo convertiste nuevamente en invierno.
Queriendo alejarme para sembrar nuevos caminos y plantar mis jardines por ahí, vas arrasándome las posibilidades de otro comienzo.
Y sigo llena de preguntas, buscando cálidas respuestas en otras aguas.
Ellas intentan ser la calma, mi calma que tanto le falta a esta alma.
Esa vibración que recorre mi sentido, que acaricia mi mano, que colorea mi palma.
Hoy quiere borrarte, eliminarte, hacerte desaparecer.
Pero solo basta caminar por esa esquina, para que los latidos se aceleren, y quieran correr a abrazarte como esa noche.
Universo racional, nunca dándole lugar al sentimiento.
Y en mi rebeldía, no comprendo por qué me congeló en cada intento.
En la carrera vas primero, yo solo encabezó el primer puesto en tu olvido.
Ya no cabe dolor, ya no cabe decepción, quedan mil palabras que no encuentran solución.
Te escribo para aliviarme.
Te describo para sanarme.
Me animo a contar lo que mis ojos no pueden mostrarte.
Y aunque ellos puedan salvarte.
Amarte hoy está más lejos, que Marte.

ESTÁS LEYENDO
FloreSEREMOS
RomancePoemas e historias cortas. amor/ desamor, verdades/mentiras, marchitar/florecer.