1: Beautiful Lie

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  I look around at a beautiful lie
Been the upper side of down
Been the inside of out
and we breathe  

La pequeña mujer sentada frente al televisor, acomodo su pierna mientras la estiraba un poco. Apenas llevaba unos diez minutos ahí pero podía jurar que había pasado una eternidad. Volvió a moverse causando que los hombres en la barra la mirarán pero no le importo. 

No era la primera vez que acompañaba a Dylan en una de sus locuras. Pero era la primera vez que realmente sentía miedo.

El pequeño cuarto donde estaba era parte del Bar Trox. Famoso en la ciudad por pertenecer a una de las familias más poderosas de Nueva York. El olor a cigarrillo y whiskey inundaron sus sentidos desde que puso un pie dentro. Mentalmente se regaño, seguramente su pequeña chamarra negra apestaría después.

¿Después? No estaba segura de que hubiera un después para ellos. 

Un pequeño escalofrió recorrió su espalda mientras recordaba el propósito de su visita a aquel lugar.

Cuando sus padres murieron en un trágico accidente de auto, Emma abandono la escuela y se refugio en lo único que mantendría el recuerdo de sus padres. La florería familiar. 

Dylan siendo un par de años mayor, prometió ayudar a sacar adelante el pequeño negocio. Y lo había hecho bien, hasta seis meses antes.

Una noche, sin consentimiento de su hermana. Había utilizado todos los ahorros para apostar en una carrera de caballos. Con una experiencia nula y sin una gota de suerte, había perdido todo.

Lo único que les quedaba era el local sobre la séptima avenida y los recuerdos de toda una vida. No paso mucho tiempo para que las deudas estuvieran tocando a su puerta. 

Un destello de enojo apareció de nuevo, todo estaba perdido y no había nada que ella pudiera hacer.

Volvió a mirar a su alrededor. La decoración no le sorprendía, todos los bares eran iguales. Cigarrillos y alcohol.  Matones. Lanzo un suspiro exagerado, si salían de esta sanos y salvos. Mataría a su hermano.

Un golpe. Dos golpes. Intento no parecer angustiada. La puerta principal se abrió dejando entrar a tres hombres. Todos vestían de negro. Uno inclusive jugaba con su navaja.

Los pudo ver saludando a los hombres de la barra y bromeando. No pudo evitar pensar en lo indefensa que estaba. Siete hombres armados contra ella. Si querían podrían matarla ahí mismo y nadie diría nada.

Fingió que toda su atención estaba en la televisión. Otro golpe la sorprendió en su lugar y pudo jurar que todos la habían visto saltar. Pudo escuchar unas cuantas risas y murmullos pero no dijo nada.

-Hola Tyler- La rasposa voz y el acento extranjero llamaron su atención. Lentamente se giro a observar mejor la escena. Todos habían salido. Únicamente quedaban el bartender y aquel desconocido- ¿Has visto a Joe?

-Hola Michael, esta adentro con un cliente nuevo.

Emma sabía que aquel hombre se refería a su hermano. El desconocido se giro lentamente y la observo unos segundos antes de dirigirse de nuevo a Tyler.

-¿Quien es ella?

-Viene con el nuevo cliente- Ambos platicaban como si ella no estuviera presente- Aposto cien grandes a que tu equipo perdía.

Emma no se movió ni respiro. Aquella había sido la solución de Dylan. Apostar lo ultimo que tenían en un estúpido partido de fútbol.

-¿Mi equipo?- Michael soltó una risa sin dejar de observar a Emma- Sirveme un trago 

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⏰ Última actualización: Jul 09, 2018 ⏰

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10 días - Michael Gray A.UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora