Entramos a la casa y poco a poco Luke me fue enseñando cada una de las estancias, a la vez que se aseguraba de ir planeando que tipo de objeto o mueble se colocaría en cada lugar días más tarde. Se le veía feliz como a un niño pequeño el día de su cumpleaños. Entonces empecé a pensar en la idea de que tal vez tenía planeado esto desde hace mucho tiempo atrás, sólo estaba esperando el momento oportuno.
''Te ofrecería algo para beber, comer, o lo que sea, pero me temo que lo único que hay aquí por ahora es polvo'' dijo disculpándose. ''No importa, está bien.'' dije sonriéndole.
Mi móvil vibró una y otra vez hasta que me decidí a cogerlo. Era papá. ''Salgo un momento fuera, es mi padre'' dije tapando el auricular.
''Dime papi'' también a él le sorprendía que le siguiera llamando papi a mi edad, pero de cierto modo no le parecía del todo raro. ''Tenemos que hablar'' la seriedad de su tono me preocupó. ''Me estás asustando'' ni si quiera traté de disimular mi preocupación. Todo el mundo sabe que la frase tenemos que hablar casi nunca acaba con algo bueno. ''Verás... Sabes que lo de mudarnos aquí después del accidente lo hice por tu bien, ya que necesitabas distraerte y aquel lugar no te traería más que recuerdos...'' dijo con voz temblorosa. ''Ve al grano'' respondí tratando de imaginar las siguientes frases que pronunciaría mi padre. ''Tenemos que volver a España. Verás, no he querido decirte nada en este tiempo, pero las cosas no nos van nada bien aquí. Sabes que desde que llegamos no he conseguido ningún tipo de trabajo, es decir, ningún sueldo que nos mantuviera. Tu tía me ha estado ayudando como ha podido, pero sabes que ellos tampoco están pasando por un buen momento, y ya no pueden ayudarnos más. Ya no podemos recibir ningún tipo de ayuda y, el otro día me llamaron de la agencia, diciendo que me entrevistarían en dos semanas y que lo más seguro me iban a readmitir en la empresa. Sé que pensarás que he sido un egoísta por no decirte nada, pero pensaba que todo se iba a solucionar y decidí no decirlo por el bien de ambos. Tenemos que volver _____. Al menos yo. Haré todo lo posible para que puedas quedarte aquí con Luke y tus tíos. Te mandaré dinero cuando consiga el trabajo o lo que sea, lo prometo. Es tu decisión quedarte o no y no te culparé si decides quedarte.'' No podía creer lo que acababa de escuchar. No. Ni si quiera podía ser cierto. Ahora no. Ahora que todo empezaba a coger sentido de nuevo se volvía a joder. Las lágrimas corrían desesperadamente por mis mejillas, sin intención de dejar de hacerlo pronto. ''Está bien papá. Entiendo que no sea fácil, pero te acompañaré. No te dejaré solo. Solo que todo esto es una mierda... pero escúchame, conseguirás ese trabajo y todo volverá a estar bien, ¿Me oyes?'' dije tratando de frenar las lágrimas mientras me mordía el labio. ''Te quiero mi pequeña'' susurró. Pude acertar que él también lloraba detrás del teléfono. ''En unas horas nos vemos, te quiero'' colgamos. Golpeé la pared trasera de la casa con todas mis fuerzas. ''Mierda'' grité cuando vi que la sangre empezaba a brotar de mis nudillos. Antes de que quisiera darme cuenta Luke estaba plantado frente a mi. ''Ey, ¿Algo va mal enana?'' noté la preocupación en su voz, pero no podía contárselo. No ahora cuando parecía ser la persona más feliz de este mundo. ''Solo me raspé con el bordillo, no es nada. No te preocupes'' a veces era bastante buena en eso de mentir, porque parecía que se lo había tragado. ''Entra, vamos a echarte un poco de agua'' sonrió tiernamente. No podía más, era ver su mirada tierna y su sinceridad con todo que me dolía tanto callármelo... pero tenía que hacerlo. No podía destrozarle de esa manera. Aún no estaba preparada. Me volví a morder el labio intentando retener las lágrimas, pero Luke se dio cuenta. ''¿Qué fue eso?'' dijo acariciándome la cara con la mano a la vez que con la otra señalaba mis ojos. ''Realmente me duele'' reí tratando de disimular. Mojó un trozo de tela de su camiseta y me limpió la herida. ''No tenías por qué haber hecho eso'' le di un codazo. ''No importa, se puede lavar'' me miró de nuevo a los ojos. ''A Gina no le gustará'' reí. Luke se frotó la cabeza reconociéndolo. ''Ups'' ambos reimos. ''Creo que debemos irnos. Está oscureciendo y aún no nos instalaron la luz'' dijo levantándose del suelo. Salimos de la casa y cerramos con llave. Andamos unos minutos en silencio, sin saber que decir. Hasta que Luke rompió el incómodo silencio. ''¿Y bien? ¿Te gustó?'' se paró frente a mi hasta que finalmente le di la respuesta. ''Es preciosa, pero tal vez muy grande para los dos, ¿No crees?'' su gesto se volvió serio, y al segundo sonrió. ''Lo sé. Solo que tal vez dentro de unos años puede que halla algún crío corretando por la casa. ¿No?'' me limité a sonreirle tratando de esconder el dolor que empezaba a sentir por todo aquello de que le iba a tener que dejar. Estábamos llegando a mi casa, ya que estaba muy cerca. ''Hasta mañana Luke'' dije antes de besarle. ''Hasta mañana boba'' sonrió mientras se alejaba de espaldas haciendo el tonto.
Esa misma noche llegó el mensaje que tanto me temía por parte de Luke.
De Luke :3:
Sé perfectamente que te pasa algo.
Para Luke :3:
Simplemente no me encuentro bien, no te preocupes.
Apagué el teléfono y no quise saber nada de Luke ni de los demás, hasta que al tercer día decidí salir a despejarme y vi algo que me sorprendió por completo. Algo que no esperaba volver a ver nunca. Vi aquellas dos siluetas en la distancia, tan juntas. No estaba segura a si que decidí acercarme. Y se confirmó la peor de mis pesadillas. Eran Lucy y Luke, besándose.