❁Capítulo 18❁

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Tae sabía que algo le pasaba a JungKook, desde hace dos semanas se mantenía muy extraño y alerta. Los lunes se adelantaba a su clase de inglés, además de los miércoles luego del almuerzo, según quería llegar antes pero sabía que había algo tras aquello, no le tomaba la mano esos días, lo evitaba y tampoco lo había vuelto a besar desde ese Lunes por la mañana.

Ahora era ese miércoles, estaban en la cafetería comiendo tranquilamente, JungKook estaba apoyado en la pared, con sus piernas a lo largo del asiento sobre las piernas del mayor que lo miraba atento mientras se aseguraba que comiera todos los fideos que su madre le había preparado para su “amigo”.

—JungKook—llamó su atención tocándole la rodilla suavemente.

Lo miró atento mientras terminaba de masticar los fideos que tenía en sus mejillas.

—¿Qué pasa?—preguntó tierno, dejando la comida a un lado y darle toda la atención a Tae.

—Eso debería preguntártelo yo, por que me evitas algunos días...—suspiró al escuchar el timbre que indicaba la ida de su enamorado.

—Demonios, se me hizo tarde—tomó su mochila rápidamente, acomodó su ropa y limpió su boca.

Tae ya no tenía clases pero esperaba por esos 90 minutos a JungKook para asegurarse que llegara bien a casa de su Hyung.

—JungKook...

Al llamarlo éste lo miró, pensó que le reclamaba por dejar el pequeño termo abierto, así que lo cerró esperando ver la cara más alegre de Tae, en cambio, no fué así.

—Hyung, se me hace muy tarde—miró alrededor y desde lejos unas chicas de su clase salir de la cafetería.

—JungKook, ¿Qué ocultas?—lo detuvo del brazo cuando ya se encaminaba a su salón.

—Nada—mintió, mintió tan mal—. Te veré aquí en un rato, ¿Bueno?

Tae sólo suspiró.

El menor le sonrió para tomar su cara, le acarició las mejillas con sus dedos mientras que Tae lo sujetó de la cintura para empezar a acercarse más. Jeon bajo su cabeza para juntar sus labios en un toque más suave y más duradero. Sus labios se movieron lentamente sobre los de Tae, quizás transmitiendo el sabor a la comida preparada por la mamá de su Hyung.

Antes de separarse Tae atrapó sus labios nuevamente, pero para apresarlo en sus dientes y morderlo suavemente dejando una sensación de calor en ese lugar.

—Te quiero, te veré luego.

Otra vez se acercó al mayor para dejar un pequeño beso y salir corriendo.

Tae aún con una sonrisa guardó algunas cosas que su pequeño había olvidado, entré ellas su celular junto con sus audífonos, aún en ellos se escuchaba a Troye Sivan.

—¿Qué me ocultas?...

Miró por donde se había ido el menor anteriormente, decidido a esperarlo fuera de su clase, sin importar los reclamos luego.

Así fué, estuvo allí durante los 80 minutos, atento a la salida del menor que probablemente iba a salir rápido debido a que siempre llegaba en un tiempo récord a la cafetería donde usualmente Tae estaba durmiendo.

Escuchó el timbre por el pasillo, ruidos de sillas y mesas, aún así nadie salió segundos después. Varios corrieron, eran las 4:00pm y quizás la programación de dibujos animados eran más fuerte que ellos.

Esperó un minuto cuando vió a JungKook salir, no se veía muy animado al parecer, además arrastraba su mochila por el piso. Tae rió tierno para tomarle la mochila sorprendiendo al menor.

—Hyung...

Tae sonrió para besarle la cabeza, pasó su mochila por su hombro y le tomó la mano.

—¿Quieres ir a mi casa ahora?

Cuando JungKook iba a responder otra voz habló antes, interrumpiendo a la pareja.

—Jeon, olvidaste tu evaluación.

El cuerpo de Tae se volvió hielo, todo se volvió más borroso y se sintió mareado, además de su corazón que latió frenéticamente.

—Min Kyung...

Se giró para mirarlo, para enfrentarlo, sin soltar la mano de JungKook.

—Kim TaeHyung.

Jeon pudo ver como Tae se tensaba aún más, le apretaba la mano poco a poco de manera inconciente. Decidió tirar de su Hyung, tomar la evaluación e intentar sacarlo de allí.

—Cuanto tiempo, ¿No?

Odió mentalmente a su profesor por hablarle a su Tae.

—Dos años.

—Tae...—le habló JungKook, pero no reaccionaba, estaba allí mirando a Min sin pestañear.

—Así que tienes novio, creo que mi propósito se acabo.

JungKook abrió su boca para hablar, pero Tae fué mucho más rápido.

—Solo un imbécil haría lo que estas haciendo Min Kyung.

—TaeHyung...—intentó nuevamente Jeon, tirando de él suavemente.

—Tae, aún me amas, lo sé, lo veo—eso colmó la paciencia de Jeon.

Soltó la mano de Tae para ir frente a su profesor, quien le tomó atención cuando recibió un empujón del menor.

—¡Das asco!, ¡Das asco!, ¿¡Quién te crees para venir y decir eso!?—sus ojos picaron un poco, quizás por la rabia que lo haría llorar—. ¡Deja a TaeHyung en paz!, ¡Imbécil!

Le tiró la evaluación en la cara, dejando al rubio en blanco. Mientras que eso hizo reaccionar a Tae, que tuvo que correr por JungKook.

Parece que el menor iba maldiciendo bastante y a medio mundo. No sabía si hablarle, ¿Qué podría hacer?

Lo siguió en silencio, por todas las cuadras hasta donde sus caminos se separaban. Allí el menor se giró por su mochila, al verlo Tae quiso ir y matar a su ex novio.

JungKook estaba llorando.

—Min Kyung tiene razón—sollozó—. ¿Cómo alguien tan lindo como tú miraría a alguien como yo?

—Jeon, te miro, te quiero—se acercó tomándole las manos—. No llores, por favor, no lo escuches—limpió sus mejillas—. Jungkookie.

—Lo amas, lo amas, lo sé—se atrevió a mirarlo, rompiendo el corazón de Tae en ese instante.

Jeon no entendía.

—Claro que no, no supe que hacer solamente pero entendí que soy bastante importante para tí y querías evitar todo esto—le sonrió—. Eres hermoso, eres increíble, eres lo mejor que tengo y lo único que quiero tener.

El menor volvió a sollozar, quitando unas lágrimas con rabia.

—Quédate esta noche conmigo, por favor.

En esa frase no había nada vulgar, con Jeon nada lo era. En comparación con Kyung, eso hubiera sido una invitación a tener relaciones sexuales.

—Iré por mi pijama y las cosas para mañana, estaré en una hora allí, ¿Sí?

El menor asintió formando un puchero.

—Media hora.

Ahora sonrió, tomó su mochila para darle un abrazo a Tae.

—Te quiero, muchísimo.

TaeHyung por fin entendió lo que era realmente amar y querer a alguién.

monedas de chocolate |  taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora