Capítulo V

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La chica sonrió y empezó a comer su helado de fresa felizmente, después de hablar con Luka siempre se sentía mejor, tranquila y con la mente clara.

Sin embargo para Luka le fue un poco más complicado, pues nadie le había pedido que hiciera su papel de amigo pero él quería que la chica fuera feliz.

El chico también empezó a comer su helado, él pidió de Menta y chocolate, cuando la azabache volvió a abrir la conversación.

— Y bien, ¿Qué es eso tan importante que querías decirme? — dice la chica mientras degustaba su helado.

Luka internamente se puso nervioso pero logró calmarse o al menos logró que la chica no se diera cuenta — Era eso, que aquí estaré para apoyarte siempre y que hagas lo que te dicta tu corazón, Da todo para que después no te arrepientas de nada — dijo el chico logrando una sonrisa en la azabache.

— Eres increíble, Luka — dijo ella fascinada por sus palabras.

— Tú más — dijo él sonriendo.

Así pasaron su tarde, comieron su helado y platicaron por horas, llevándola a su casa a eso de las 6pm.

— Gracias Luka, me divertí, ya nos hacía falta una plática — dice sonriendo amablemente — y también gracias por tus palabras — ella tomando ambas manos del chico — Tus palabras siempre me calman y son importantes para mí — dice con una mirada brillante.

— Dulce Marinette — dice el chico acariciando su rostro — que no entiendes que yo… — guarda silencio por un momento, tomó aire pues se moría de ganas de decirle lo que en realidad quería decirle — sólo quiero que tu estés bien, para mi eres la persona más asombrosa e increíble del mundo

La chica ríe un poco — Gracias Luka

Se despiden y el chico pensativo toma camino hacia su casa.

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Marinette subió a su cuarto  y se acostó en su sofá — Vaya día — dijo en voz alta para sí misma.

— Tienes razón Marinette, tuviste un día largo — dijo su pequeña kwami saliendo de su bolso.

Marinette se ríe — Si, hoy estuve casi todo el día con Adrien, aunque me entristecía muchas veces por pensar en mi decisión y todo eso pero Luka me calmo con sus palabras, me alentó a seguir adelante y sabes que Tikki tiene razón, debo dar todo para que al final no tenga arrepentimientos — dice ella feliz.

— Ese chico, Luka, siempre es tan lindo contigo y te mira tan bonito, se nota que te quiere mucho, Marinette — dice la kwami emocionada cerca de ella.

— Tienes razón — dice la chica como si apenas hubiera descubierto algo — desde que lo conocí se ha portado tan bien conmigo y si, no niego que me llama la atención, nos hemos hecho más cercanos pero mi amor por Adrien ha prevalecido más — dice cerrando los ojos a la vez que toca su pecho, de lado donde se encuentra el corazón — sin duda Luka es alguien muy importante para mí

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Luka llegó al barco y se quedó un rato en la cubierta recargado al barandal y se dispuso a ver el atardecer unos momentos después llegó su hermana.

— ¡Luka! — dice ella a manera de saludo acercándose a él.

Él voltea y le sonríe — ¿Qué hay, Juleka?

— ¿Como te fue en la cita con Marinette? ¿Le dijiste lo que le querías decir? — preguntó curiosa.

— La verdad es que me la pase muy bien, estar con ella es grandioso — dijo entusiasmado pero enseguida se apagó y soltó un bufido al mismo tiempo que se volteaba hacia el centro del barco — Le dije que lo intentará una vez más, que diera todo para que después no se arrepintiera de nada — dijo el chico cerrando con pesadez sus ojos.

¿Me darías una Oportunidad? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora