Bienvenida Madison

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Narra Madison

Otra vez aquí, pensé no volvería pero gracias a mi Mamá, vuelvo a estar de pie frente a la gran puerta de esta escuela.

Llego algo temprano y veo como varios estudiantes entran al comedor para desayunar. Entre ellos veo a una chica con el cabello rosa que camina sin prestarle atención al resto del mundo.

Corro hacia ella y tomo su hombro, ella grita como si la violaran y se gira, me da un golpe en la mejilla muy fuerte.

-¿Desde cuanto eres tan fuerte? - pregunto acariciando mi mejilla, ella me mira sorprendida y me abraza.

-Madison, pensé que habías muerto - empieza a saltar aun abrazandome, varias personas nos miran pero ella parece ignorarlos.

-Solo me fui un año, y ni siquiera quería irme - ella me soltó y empezamos a caminar al comedor.

-Pero le hiciste caso a tu padre, ¿Por que no le dijiste que aquí estaba tu mejor amiga y que ella moriría sin ti? - Agarro una bandeja, tomo un taza de chocolate y la puso encima de esta. Hago lo mismo.

-¿Mejor amiga? ¿Quien es? No la conozco - ella me da un golpe en el brazo y sigue tomando sus alimentos. Después caminamos a una mesa un poco alejada, siempre comemos ahí.

-Pues si, mucho gusto, soy Lizeth Hunter - ella toma mi mano y la agita - bienvenida al infierno, Madison - sonreímos y nos sentamos a comer.

-¿Erick sigue acosandote? - pregunto y ella asiente con migajas de pan por toda la cara.

-shí jjubiehh - me hace una seña con la mano y traga el pan que tiene en la boca - Si hubiera sabido que volverme novia de ese loco me daría un acosador por otros dos años, me habría ido al club de musica.

-¿Que tiene que ver el club de musica con el?

-Porque si hubiera estado en el club de musica y no en el club de baloncesto no lo habría conocido - recuerdo muy bien eso, ella me suplicaba que me uniera también, que seria mas divertido si estuviéramos las dos, termino siendo lo peor que pude haber hecho.

-Odio esto - digo después de toma un sorbo del chocolate, nunca me gusto el de la escuela. Lizeth sonrie y pasa el pocillo a su bandeja, para ella nada puede arruinar el chocolate.

-¿Huevo? ¿Otra vez? Siempre es lo mismo aquí - la voz masculina que proviene de la mesa de al lado hace que por instinto nos giremos para ver.

-No es tan malo, si tanto te molesta te hubieras quedado afuera - Dos chicos, los conozco pero no recuerdo su nombre, fuimos compañeros de clase desde que entramos a la secundaria y algo me dice que el ultimo año no sera la excepción.

-¿Como se llamaban? - miro a Lizeth que esta comiendo como cerdo.

-mm, Son Dylan y Morgan - responde dejando su bandeja a un lado y acaricia su estomago - me sorprende que no los recuerdes, aggg - ella eructa, como toda una dama.

-Nosotras somos damas, princesas - ella ríe y me muestra el dedo del medio, bueno a mi y al resto de personas que estuvieran en el comedor.

-PUES YO SOY UNA PUTA REINA - grita riendo

-VIVA EL PORNO GAY PERRAS - grito yo y nos partimos de la risa.

Hace mucho no reía de esta forma, literal pase todo un año tratando mal a todos menos a mi padre, el se preocupaba para que no hiciera ningún hechizo satánico para matarlos a todos y me hacia reír. Aunque no dejaba de hablar de las estupideces de Lizeth a el no parecía molestarle eso. Me decía que quería conocer a mi mala influencia.

-Pss, Lizeth - escucho a Dylan y lo miro, Lizeth solo lo ignora - Lizeth - ella sigue sin prestar atención y el posa su mirada en mi, me mira a los ojos por un segundo.

- Ella esta ocupada - digo y giro mi mirada a otro lugar.

-¿Puedes preguntarle si quiere chocolate? Ya estoy lleno. - golpeo la mano de Lizeth y ella me dice mil groserías en voz baja.

-¿Quieres chocolate? - ella vuelve a asentir con alegría, yo vuelvo a mirar a Dylan y le extiendo la mano, el me pasa la taza sin necesidad de que tengamos contacto físico, lo cual agradezco, me giro hacia Lizeth y puedo ver una sonrisa maligna en su cara. - ¿Que?

-Nada,  nada - me quita la taza y se toma su contenido en un segundo - No sabia que te gustaba Dylan - ella se levanta seguida de mi y la miro mal.

-Solo me pidió un favor, no exageres - caminamos para dejar las bandejas en una mesa de metal que esta algo alejada justo al lado de la salida del comedor.

-Muy tarde, Ya planeé su boda - sale del comedor dando saltitos como niña pequeña.

Se me olvida que ella me empareja con todos lo que me hablen, esa una costumbre que tenemos hace mucho y en este momento, odio esa costumbre.



WTF RulitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora