Capitulo VIII

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[Jung HaNeul]

Leía el libro mientras tomaba jugo de uva en cajita, después de un rato empecé a sentir un extraño escalofrío, se supone que debía ir a clases pero no tenía ganas de entrar así que solo me levante para caminar un poco y agarrar un poco de calor, esos escalofríos eran cada vez mas fuertes.

Sacudí mi pantalón y tome mi mochila, mire al frente y después me di la media vuelta para rodear el cerezo, caminaba mirando al frente, tenía claro mi objetivo, iría a la cafetería a comprar alguna golosina o chocolate caliente pero al pasar el árbol algo me decía que volteara, entonces gire mi cabeza un poco y lo vi de reojo.

Era tan lindo, su piel era tan blanca como la nieve y la forma en la que estaba durmiendo lo hacía parecer un bebe, camine hacía el lentamente para evitar despertarlo, me incline un poco para mirarlo más de cerca, su respiración era demasiado leve que apenas y podía sentirse o escucharse. Sonreí un poco y me senté a un lado de el, manteniendo cierta distancia para evitar que se diera cuenta de mi presencia.

Lo observe por unos minutos, y mi corazón estaba acelerado, definitivamente el me gustaba a pesar de que era un idiota, pero tiene sus razones. Mire sus labios, estaban entre abiertos, y se veían bastante provocativos, quería besarlo, me acerque un poco, pero después me detuve, no podía hacerlo por mucho que quisiera, no quería involucrarme tanto con el, ni con nadie.

No podía besarlo, pero tampoco me quería ir, así que continué leyendo sentada a su lado. Cuando las clases terminaron me levante para irme, pero YoonGi aún no despertaba, así que me vi obligada ha despertarlo.

—YoonGi—pronuncie con delicadeza—YoonGi...—Lo moví un poco—¡Oye! ¡Despierta!

Entonces YoonGi abrió los ojos con dificultad, se veía realmente tierno

—¿Estas bien?—pregunte para asegurarme de que no siguiera medio adormitado

—¿Eh?, si, si, lo estoy, creo que me quede dormido—tallo sus ojos con un poco de brusquedad

—Lo hiciste—le afirme

—¿Que hora es?—pregunto

—Las 3 en punto—dije seria

—¿Las 3?—pregunto asustado

—Si

—¿Osea que las clases terminaron? ¿Me dormí por dos horas?

—Así es...

—Mierda...—dijo en voz baja—¿como me encontraste?

—Pues no es como que te estuviera buscando, pero estaba prácticamente detrás de ti y cuando me levante para irme te escuche roncar—mentí

—¿Roncar?—pregunto apenado—Yo no ronco...

—Uum si, si que lo haces, y muy fuerte

—¿Enserio?—pregunto sorprendido

—Si

—Demonios...—alboroto su cabello y se puse de pie—¿No sabes si los chicos ya se fueron?

—No, no los he visto ¿Por que?

—Para ir con ellos—respondió

—¿Iban a salir juntos? ¿o viven juntos?—pregunte. Por que si vivían juntos eso debía de ser alucinante, siempre he querido vivir con amigas. Claro, si las tuviera.

Crystal SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora