Cuatro-4

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No mucho había pasado desde el encuentro de ambos muchachos, a lo mucho habían pasado tres días, Jimin despertaba  5 veces  cada noche, con el nombre del pelinegro grabado en su memoria Suga se repetía en su interior como si de una grabadora se tratara, y es que Jimin era terrible para tomar, generalmente olvidaba lo que había sucedido...

Este definitivamente no era el caso, recordaba unos tibios labios en contacto con los suyos, finos y rosados, con un leve sabor a café y menta... la imagen de aquel beso, tan vívido en su memoria.

-Me llamo Suga...-vuelve a repetirse, la voz grave, ronca pero a la vez dulce y tranquila.

¿Quien era, y por que  no podía recordarlo?.

Quizás fue a la semana cuando el rostro de aquel extraño chico apareció por primera vez en sus recuerdos, su piel blanca y pálida, mirándole con dulzura, Tomando junto a él, escuchando sus quejas... recordaba como el mayor se le acercaba y susurraba un extraño pero lindo apodo en su oreja.

-Angel...m

Su mirada fría, profunda, sus ojos con rasgos felinos.

-Taehyunnie.-Murmura Jimin desde el sofá.-¿Seguro que te Hyung no trabaja hoy?.-Tae asiente.

-¿De donde conoces a Suga hyung Chimchim?.-su piel se eriza y se atraganta con su propia saliva.

-Bu-Bueno él...él me atendió algunas veces.-Traga en seco y se levanta.-¿Hoy no tienes turno?.-Niega y Jimin suspira, en verdad se le antojaba un pie de los que vendían ahí.

-Jimin, solo ve, nunca tuviste problema en ir tu solo a la cafetería cuando yo no estaba.-Jimin bufa y asiente.

-Bien...-Sale de la casa de su mejor amigo, últimamente lo sentía un poco distante, hablaría con él después de solucionar sus problemas.

Mientras tanto, durante ese corto lapso de tiempo había evitado ir a Serendipity's, sentía un poco de vergüenza de encontrarse con Suga, y la duda si el recordaba le carcomía por dentro. Quizá después de media hora llega a la cafetería, suspira y se queda inmóvil en su lugar mirando la puerta, con un manojo de nervios creciendo en su interior.

-Vamos Jimin, tu puedes, fighting!.-Se anima a si mismo, pero al posar su mano en la puerta de cristal, bufa, quedándose nuevamente inmóvil, mirando la entrada con terror.

-Eh!, Niño!.-si Jimin no hubiera soñado tantas veces con su voz, jamas hubiera sabido de quien se trataba, pero lo hacía, sabía identificar de donde provenía ese tono grave y despectivo....le aterraba la idea de girarse y comprobarlo con sus propios ojos.-¿Te vas a quitar de una buena vez? Estas bloqueando la entrada idiota.

-Lo-lo siento.-se disculpa, y mira a la persona a los ojos, y en efecto se trataba de aquel chico pálido.

Yoongi lo ve, con las mejillas sonrojadas, queriendo subir pero al mismo tiempo bajar la mirada, temblando levemente de los nervios y eso a Yoongi le parecía ridículamente estupido.

Toma los hombros del rubio, porque al parecer aquel niñato nunca iba a moverse, lo quita de su camino y entra al establecimiento...mientras que Jimin se queda inmóvil, en el mismo lugar que antes, sumergido en sus pensamientos.

-Entra antes de que la última porción de pie se acabe.-le dice cuando sale y sin más se retira, dejando a Jimin confundido, definitivamente a ese chico le gustaba confundirle, pero a pesar de todo, Jimin aún quería pie, y entra, ya un poco más relajado que antes, el saber que suga no estaba ahí lo reconfortaba.

Cuando ya se encuentra lo suficientemente lejos traga duro, suspirando y volviéndose loco, Yoongi odiaba esa sensación de inestabilidad emocional.

Always by your side [Yoonmin]Where stories live. Discover now