Amor real y virtual (Kirito y tú)

Primer día de clases.

Nota de la autora: Pongan la música de la multimedia. Para que no se aburran.

____.

Estoy en una habitación. Todo es negro. Veo una luz. Está lejos. Corro con todas mis fuerzas para llegar a ella.

-¡Porfavor! -Gritaba una mujer- ¡No nos mates! Solo seguíamos órdenes, piedad, ¡PIEDAD!.

Me vi a mi misma. Una espada en una mano. No tenía una mirada de compasión era todo lo contrario. Le clave mi espada en el estómago. Escucho su grito de dolor. Es desgarrador...

Abro los ojos de golpe con un sudor frío recorriendo mi cuerpo, con lágrimas en los ojos que no me permitían ver bien. Todo era un sueño, mejor dicho, un recuerdo del pasado...

Comienzo a temblar. Me quedo sentada en la cama tratando de lo puse aquellas lágrimas que hacían que viera borroso. Comienza a sonar la alarma de mi celular. La apago de inmediato con mi mano fría debido al sudor. Doy un suspiro bastante pesado, haciendo el intento de calmarme y olvidar tal "sueño".

-¡Ya puedes despertar, hermanita! -Gritó Haru desde el piso de abajo-.

-¡Ya voy!.

Apago una alarma y suena otra... Todos tienen de alarmas a sus madres y sus hermanos se encargan solo de molestar. Y siempre mis hermanos  pueden ser un 2x1: Alarma y te molesto gratis. ¿Increíble, no?.

Me levantó de la cama vagamente y voy a buscar el uniforme entre mis cajones. Me cambié, me cepille los dientes, me peine con una trenza al costado y bajo las escaleras para desayunar.

-¿Que has hecho de rico, Ayame? -Le pregunto a mi hermana menor que estaba con un delantal de cocina preparando la comida-.

-Como es tu primer día de clases, hice waffles con miel y jugo de naranja. Todo para que empieces bien este año.

-¡Genial! -Respondo devorando mi comida que estaba en la mesa, luego de sentarme en la silla-.

Unos minutos desayunando y charlando con mis hermanos, me di cuenta que... Se me hizo tarde.

[¿Estas cosas solo me pasan a mi, cierto?]

Tomé la bicicleta de mi hermana y salí a toda velocidad.

A unas pocas cuadras de la escuela, me atropella otra bicicleta. Me caí y me lastimo las rodillas, mi mejilla ymi mano.

[Genial, grandiosa manera de ir al colegio. Muy original de mi parte.]

-Lo lamento, ¿Estás bien? -Dice alguien. Creo que también está adolorido-.

-S-si... -Digo adolorida por la caída que tuve- ¿Kirito?

-Perdona, es mi culpa. Ven, te ayudaré a curar esas heridas.

Kirito toma mi mano y me ayuda a levantarme. Agarro mi bicicleta y voy caminando directo a la escuela con el espadachín.

Al llegar, fuimos a la enfermería. Como no había nadie, el joven adolescente a mi lado, me tenía que curar. Me senté en una silla. Comienzo curando mis rodillas.

-Ugh... -Gemí de dolor debido al ardor cuando me puso el algodón con desinfectante-.

-Lo siento, seré más cuidadoso -Dijo algo ¿Sonrojado?-.