Estaba cansada de escuchar a mi hermano discutir con mi mamá por el tema de mi padre, me sentía culpable. Sentía que estaba haciendo más daño de lo que intentaba mejorar la situación, a veces sí me hecha a llorar pensando en ello.
Mi padre pasaba diciéndome los errores, y ahora mi hermano.
Fue algo difícil para mí contenerme las ganas de decirle lo que sentía, pero cada vez que iba a hacerlo las palabras se me iban de la boca.
Llegó un momento en el cual me planteé el por qué de ello, llegué a una loca conclusión. Que siempre que yo daba mi opinión me retaban, entonces me acostumbré a no decir nada.
Pero allí estaba yo, en mi vacía habitación. Me sentía sola, tenía miedo de decir todo lo que sentía, de como reaccionarían. Me sentía mal, como si mi hermano me hechara la culpa de todo, y yo solo buscaba que estuviera bien y me trataba así, tan groseramente. Hasta que exploté, dije toda la m*erda que sentía, no aguantaba más.
Soy una jodida bomba de tiempo, que explota en pensamientos y emociones que me hacían sentir.
Me sentía libre, había dicho todo lo que contenía mi bomba. Lloraba a mares por dentro, porque no me gustaba que mi familia se enterará que estaba así de mal, y que guardaba tanta m*erda.
Recordaba esas veces que llegaba de casa de mi padre enojada, trataba tan mal a la gente por guardarme tanta m*erda y era libre.
Lo había dicho.
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Tu niña pequeña
Ficción histórica"¿Qué hace una niña pequeña en un mundo de adultos?" Solo ella sabe que ha de hacer allí. "Querido padre, sé que ha pasado tiempo, pero en verdad te extraño. atte. Tu hija"
