Sakura Haruno y Kakashi Hatake, son polos opuestos que por obra del destino deben trabajar juntos en la empresa Hatake.
➸La vida de Sakura es muy difícil ya que tiene que soportar burlas por ser una madre joven.
➸La vida de Kakashi es problemática...
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(Pov Kakashi)
En el momento que su mano tuvo tacto con mi mejilla parecía que el tiempo se había detenido, parecía que los segundos pasaban tortuosamente lentos, sus ojos cristalinos reteniendo las lágrimas fue más doloroso que el golpe.
Nunca me había importado una chica al punto de hacerme sentir mal conmigo mismo por ser tan idiota, no sé porque le dije eso... No tengo derecho en meterme en su vida mucho menos juzgarla, por un motivo tan tonto, seguro que ella no me volverá hablar.
De verdad fue un motivo tonto, desde que era un niño mi padre siempre me comparaba con Neji Hyuga, siempre me contaba sus logros como si a mí me importaran, lo único que quería es que yo me hiciera cargo de la empresa al igual que ese idiota. Yo no soy como Neji, yo no quiero estar detrás de una pila de documentos por firmar, quiero ser libre, quiero tener mi propia profesión, Neji jamás me ha hablado grosero aun así, lo odio.
Y gracias a ese odio infantil, Sakura me odiara. Durante estos meses junto a ella, me hizo sentir extraño por alguna extraña razón me empezaba agradar el trabajo, aun así no sería el presidente, lo único que motivaba ir era por el único momento que valía la pena en el trabajo, y era cuando en la salida ella corría con una sonrisa hacia su hogar, aunque ahora sé cuál era el motivo por el cual salía deprisa.
De verdad que es una gran madre, y yo soy un grandísimo idiota.
— ¿Sucede algo Kakashi?
—No. —Lleve una copa de sake hacia mi boca y lo tome de golpe— No es nada Guy.
—Ese "no es nada" me preocupa —el pelinegro de cejas gruesas me observo de arriba abajo— No habías tomado así desde hace mucho.
—Lo sé —Seguí tomando sake con un ligero ardor en mis mejillas— Solo será por hoy.
—Creí que estarías más feliz —El joven de cejas gruesas me miro a los ojos intensamente, como si quisiera leer mis más profundos pensamientos— Mañana en la tarde será la firma del libro que tanto te gusta.
—Lo sé...
Continúe bebiendo hasta olvidar su rostro ¿Por qué me siento así? No estoy enamorado... esa chica no tiene nada de especial.
Nada.
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