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Podría decirse que no hice nada hasta que anocheció, pero cheque mi celular el cual estaba muerto al conectarlo se bombardeó de mensajes, mire el nombre de Logan, su último mensaje era más un reclamo por no felicitarlo por su cumpleaños el cual fue hace dos días, simplemente le mande un audio diciendo feliz cumpleaños y una disculpa por no felicitarlo antes, ciertamente era como un niño.

Miré los mensajes de Kendall había algo extraño en ellos, no me pedían que volviera como era habitual solo me contaba su día, que había hecho y que haríamos juntos si estuviera con él, era extraño, sentía inquietud no había pensado en él quizá por Dorian y su abrumadora presencia, recordé de inmediato su respiración en mi cuello.

Un toque suave en mi puerta me saco de mis pensamientos, la puerta se abrió sutilmente después de unos segundos.

—Hola — Me sonroje de inmediato al ver su rostro y recordar lo que estaba pensando, el entro en mi habitación caminando al diván sentándose a mi lado, recorrí mis piernas para que pudiera sentarse bien, pero él las extendió en su regazo

—Hola ¿Qué lo trae por aquí? — pregunte tratando de desviar mis pensamientos, seguramente si seguía pensando cosas impropias soltaría feromonas que él podría percibir y pensaría que soy un pervertido.

—Venia por ti para que fuéramos a cenar juntos o no sé si gustes que suban algo a tu habitación — hablo mientras tomaba mis pies y los masajeaba, gemí por la sorpresa su mirada se desvió rápido a mi cara más concretamente mis labios.

Cubrí mi cara con ambas manos mientras me hundía más en el sillón, traté de jalar mis pies a mi cuerpo, pero él lo sostuvo en sus manos.

—Lo siento tanto Alfa Dorian, eso fue muy inapropiado de mi parte en mi defensa quiero decir que fue algo muy repentino — traté de recobrar la compostura que en este momento era nula, volvió a masajear mis pies sacando un leve gemido mientras seguía no se si quería seguir sacando gemidos de mi boca para humillarme así que solo mordí mi labio mientras mis manos cubrían mi rostro.

—Te escuchas muy tierno, no te detengas — aseguro mientras seguía con mis pies ya me había acostumbrado a su tacto por lo que deje de morder mi labio — Me gusta ver tu rostro sería bueno que me dejaras verlo — volvió a hablar suavemente mientras que una de sus manos movía las mías de mi rostro.

—Debe dejar de hacer estas cosas por mi — señale mientras que él sonreía, era muy guapo debía de ser consciente de lo que causaba en otras personas.

—Solo siento que estas cansado y que te hace falta un masaje, deberías dejar de regañarme por cosas que son inofensivas — señalo mientras buscaba su celular en su saco, escribió un mensaje en él y luego lo dejo nuevamente en su saco.

—Yo no lo regaño — añadí buscando zafarme de esa situación, el levanto una ceja luciendo incrédulo — bueno quizá un poco, es solo que... le parezco interesante porque soy nuevo, pero eso no significa que puede descuidar sus responsabilidades ... ¡Oh dios! lo estoy regañando — me mortifique de inmediato — discúlpeme, eso está fuera de los límites.

—Yo cruce primero los limites — su mano se apodero de mi mentón mientras que su cuerpo se acercó al mío, cerro sus ojos mientras inhalaba fuertemente — Justo así y lo estoy haciendo nuevamente — finalmente se acercó lo suficiente para comenzar a besarme era un beso fuerte y demandante, le seguí el ritmo torpemente, sentí como jalaba mi cuerpo para ponerlo arriba del suyo.

Sus manos se posicionaron en mi cintura haciendo sus pulgares círculos en mi piel descubierta mientras que el seguía exigente me recargue en el reposabrazos mientras que él se inclinaba un poco sobre mí, su cabeza bajo a mi cuello besándolo, dándome tiempo de respirar, gemí cuando empezó a succionar y morder, el reaccionó haciéndolo más fuerte.

No me lastimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora