Parte de mi.

El comienzo de nuestro viaje.

Está abajo, entre mis piernas. No tengo palabras para definir todo lo que siento en este preciso momento, se me escapa un gemido por tanto placer, lo que lo hace saber que lo está haciendo muy bien. Justo se me escapa otro y él a penas intenta tapar mi boca con su mano, pero es inútil. Sube lentamente hasta mi oído, intenta aclarar su voz y me susurra al oído: -shh- su voz extremadamente ronca me hace temblar por un par de segundos.
Es increíble como algo tan pequeño provoca tanto impacto en mi, mi piel se eriza por completo y mi cuerpo se tensa. Al darse cuenta de lo que acontece, el sonríe, besa mi frente y luego sin pensarlo dos veces lo hace. Y yo... Solo pierdo el control.
Fue entonces, justo en ese glorioso instante que me di cuenta de que él ya era parte de mi.

-Al día siguiente-

Me despierta un sonido taladrando justo en mi oído -diablos- digo para mi. Dirijo mi vista hacia la ventana y hago una mueca de dolor, joder, ¿no terminaran nunca ese edificio?.
-¡Hey!- me saca de mis pensamientos una voz masculina muy conocida.
-¡Hey!- respondo y esbozo una gran sonrisa. -Bue...- No alcanzo a decir más, antes de poder gesticular una palabra completa Ed me toma por el cuello y rápidamente me acerca hacía él y besa muy apasiodamente, bajando sus manos hacia mi cintura, para luego parar en mis muslos. Nos separamos buscando aire, lo miro directo a esos hermosos ojos y por su expresión sé que quiere decirme algo, pero no sabe cómo. Rápidamente mis pensamientos son interrumpidos...
-Lo de anoche fue...-
-Una locura- lo interrumpo -te advertí que no soy la mejor en esas cosas- le digo mientras jugueteo con mis dedos ya que estoy ultra nerviosa-.
-Hey- me dice Ed para luego tomar mi barbilla y obligarme a mirarlo -Estuviste estupenda, jamás estuve con alguien como tú. Lo de anoche, sí, fue una locura, pero lo ame. Ame cada cosa, cada sonido, cada gesto, te amo Issa y lo sabes-.
-Lo se Ed, solo que...-
-Sólo que nada- me interrumpe Ed.
-Ahora vístete, llegarás tarde a casa- sale de la habitación, pero no sin antes plantarme un tierno y enorme beso en la frente.
Lo que me hace derretirme completa y casi ponerme a babear, -demonios este chico si que me tiene- pienso para mí. Sonrió y seguido me levanto dispuesta a vestirme.