❝ OO2 ; Sentimientos desenterrados ❞

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El pecado es tan atractivo y tentador, a pensar de ser prohibido.

Con la llegada de flores de cerezo, el viento fresco de la mañana y los rayos del sol de un nuevo día, hace que toda la vegetación empiece a renacer en la tierra

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Con la llegada de flores de cerezo, el viento fresco de la mañana y los rayos del sol de un nuevo día, hace que toda la vegetación empiece a renacer en la tierra.

Esa es el tiempo de nuevos comienzos.
Más ese nuevo cambio trajo consigo sentimientos inexplicables.

Eso es lo que empezaba a haber en el corazón del ángel esa mañana, mientras recorría las calles de Japón. No era visible para el ojo mundano de las personas, algunos bebés sí podían notarlo, pero de ahí en fuera, así Jimin se sentía más seguro y facilitaba su trabajo. Podía caminar sin que nadie se le quedará mirando por llevar alas detrás de su espalda, las cuales representaban su pureza total sin alguna mancha del pecado y una areola encima de su cabeza. Por instantes desvío su mirada hacía su compañero, sintiendo sus mejillas algo cálidas. Desde que dejaron sus diferencias algunas décadas atrás, su necesidad por la compañía del otro se volvió una necesidad.

« Sigues pensando cosas raras sobre él. Debes detenerte, no es bueno. » Se regaño a sí mismo el ángel.

Desde que Jimin dejó a Min Yoongi entrar en su vida, para no seguir con la monotonía cruel que le ahogaba, todo su entorno tenía un enfoque diferente al que antes fue. A ojos del público seguían siendo los dos enemigos mortales que siempre pelean, pero detrás de toda esa farsa, se necesitaban para calmar la monotonía. Eran tantas cosas inexplicables que el rubio no sabía manejar por lo que nacía dentro de su corazón, jamás se experimento ese tipo de sentimientos cuando era humano, ¿Por qué las tenía ahora? ¿Qué lo hacía diferente?

Tenía tanto miedo de lo desconocido.

Por esa ocasión, Yoongi y Jimin se mantenían en silencio, caminando mientras veían que hacer por el momento. Siempre se veían fuera de las responsabilidades, nunca en sus horas de trabajo, sin embargo los dos se encontraron y ahora avanzaban juntos. Ambos escondían perfectamente su amistad, porque sí los de rangos más superiores fueran testigos de la verdad, serían castigados severamente, destituyéndolos de su cargo o desterrándolos del cielo o el infierno.

El trabajo nunca paraba, todos los angeles y demonios estaban en sus zonas haciendo lo mejor que sabían, y en eso estaban tanto Yoongi como Jimin, quien removió sus cabellos de frustración por sus pensamientos. No podía concentrarse en el trabajo. Pensaba demasiado en el demonio de una manera tan diferente, así que detuvo en seco para ver al demonio que estaba haciendo de las suyas, como ya era de costumbre, lo observó de lejos.

─Para de molestar a ese bebé, Yoongi ─expresó Jimin con cansancio al ver que el demonio jamás se cansaba de molestar a los seres puros ─. Siempre le haces lo mismo a los bebés.

Pasaron cerca de un lugar dónde había un grupo de gente, entre esos una madre con su bebé en una carreola, la diversión suficiente para hacer que Yoongi se entretuviera un poco. Mostraba sus peores caras al niño, que lloraba a más no poder y por más que su madre lo mimara entre sus brazos y cantará para hacerlo sentir mejor, no lograba funcionar. Pobre mujer, no imaginaba que existía algo más de lo que sus ojos no podían ver.

Prohibido: Los ángeles también pecan ✦ JimSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora