cap-12

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- Harry... ¿tu y yo qué somos? -reí a su pregunta.

- Por supuesto que amigos ¿qué más podríamos ser? -ella bajo la mirada.- ¿Qué tienes? ¿Pasa algo? -le pregunté dudoso.

- Si, ella -dijo volteándose a ver a Emily, yo también lo hice y jugaba con la motita de su gorro sin quitárselo, sonreí al verla jugar con su gorro.

- ¿Quién? ¿Em? -reí.- ¿Qué tiene?

- ¡Vamos Styles me dirás que no sabes! 

- ¿Qué cosa? -aun no entendía.

- ¡Qué ella es una rarita! nadie la quiere -dijo ella, automáticamente, gruñí.

- ¿Qué problema tienes con ella? -pregunté- ¿Qué tiene de malo? -ella solo la veía con un gesto de desdén- Elizabeth, te creía diferente... pero veo que eres igual a Trisha, y yo con este tipo de personas no me junto. 

- ¿Ahora te pones de su lado? -preguntó y yo suspiré.

- No hay un lado, y si lo hubiera, sí... estaría del lado de ella -dije molesto- no es rara, es especial, y más para mí. 

- Te ha lavado el cerebro Harry... -dijo mirándome como si fuera un raro- me decepcionas.

- Pues lo lamento -dije y regresé a donde estaba Em. Pude notar en su rostro, algo de preocupación, me senté a lado de ella y acomodé mi cabello.

- Ya podemos seguir -le indiqué.

- ¿Qué paso con tu amiga? -pregunto con preocupación.

- No nada, solo cosas estúpidas de gente estúpida -note que estaba impresionada por su cara.- ¿podemos seguir?

- Hem, si claro -dijo ella. Seguimos con las preguntas pero eran ya más personales como: ¿cuántos hermanos tienes? ¿Cómo se llaman tus padres? ¿Cuál es tu comida favorita? entre otras...

- ¿Qué lugar deseas visitar? -pregunté. 

- ¡Paris! -exaltó.

- ¿En serio? ¿Por qué?

- Es un lugar hermoso aparte es la ciudad del amor, donde todo pasa -reí a su comentario y seguimos con más preguntas hasta que el entrenado me llamó para jugar.

Estuve jugando futbol durante un buen rato, mientras veía a Em sentada en las gradas donde yo la había dejado. Era tan bonita, claro... no era rubia y tampoco tenía un cuerpazo, pero era tan hermosa como persona, era agradable y fácil de convivir con ella, como un chico, un mejor amigo, pero en mujer y más confiable. Estaba con el balón, ellos confiaban en mi y tenía que meter un touchdown aún no venía nadie, paré un poco para respirar y voltearla a ver, ella me saludo con su mano y una gran sonrisa pero cuando volteé todos venían hacia mi y me taclearon. Si, no es bueno distraerse, ella tapó su boca y vino corriendo hacia el campo y me tomo de la cara.

- ¿Harry estas bien? -dijo muy preocupada.

- No... Ciento como si un montón de rinocerontes se estamparan con mi cuerpo -dije mientras trataba de levantarme pero ella me lo impidió.

- Debes permanecer aquí, espera -pidió mientras tenía una expresión de angustia. 

- Estoy bien... sigo siendo de acero -sonreí y ella también.

- Bien, pero no te distraigas tanto -dijo dándome un beso en la mejilla.

- Fue tu culpa -reí, mientras me levantaba y sacudía mi cabello.

- Me puedo ir si quieres -dijo mientras se alejaba.

- ¡No! -ella volteó- quiero decir...no dejaré que te vayas sola a tu casa.- Por favor espera -pedí- solo hasta que se acabe el juego... anda, te acompañaré a casa -sonreí. Ella meditaba, se puso algo roja y a mi me daba curiosidad el saber por qué-. ¿Pasa algo?

- Nada -dijo ella volviendo a sí-. De acuerdo pero... te advierto de nuevo lo de mamá y mi tía...

- Se a lo que te refieres, no hay problema -dije mientras me ponia el casco.

Reí.- Bien, más cuidado ¡eh! -me advirtió.

- Claro -salio del campo y se fue a sentar a donde antes. El entrenamiento terminó a los 40 minutos, me secaba el sudor con una toalla cuando fuí con Allie.- Ni pienses que te abrazare asi Styles -dijo mientras se alejaba.

Sonreí, ni siquiera lo había pensado, corrí a ella y la abracé y ella gritaba despaborida-. ¡No escaparás! -dije frotando mi rostro en el de ella sin soltarla.

- ¡Qué asco! -gritó ella moviéndose- ¡No! 

- ¡Sí! -dije riendo y ella me rodeó el cuello y dejó que la siquiera abrazando.

- Jaja, ahora me tendré que bañar con más jabón -rió, mientras la limpiaba un poco.

- Emily hay que ahorrar agua -la voltie a ver y ella hiso lo mismo.

- Harry...-dijo mi nombre con un tono molesto.

- Jaja, era broma pequeña -la abracé.

- Te iba a decir que tú fueras un hippie pero.. -ella rió- ¿qué pensabas tú que diría?

- Hem... -dije y luego me puse rojo-. nada....

- No dime... ¿a qué crees tú que me refería? -preguntó- o mejor... ¿a qué te referías tu?

- ¿Oye no tienes frío? -dije desviando el tema, ella tapó su boca con sus manos mientras reía.

- ¿Te referías a eso? -reía a un más y yo me ponía rojo.

- No, claro que no. Eres una sucia -dije mientras seguía caminando.

- No, el sucio eres tu amigo.

Reí apenado y seguí caminando-. Andando... me ducharé y luego vamos a tu casa... ¿me invitas a comer o solo quieres que te deje en la puerta? 

- Veremos qué dice mi mamá, pero lo más seguro es que te obligue a quedarte a comer -dijo con media sonrisa-. ¿Te gustaría?

- Me encantaría -dije regalandole una sonrisa. 

*Narra Emily*

Fuimos a su casa, al parecer no quedaba tan lejos de la mia, era muy linda, tenia poco patio alfrente pero me comentó que atras tenía un gran jardín y una piscina. Abrió la puerta y una muy dulce voz se escucho desde la cocina, supuse que era la de su madre.

- ¿Harry ya llegaste? -dijo mientras salía de aquel lugar.- Oh, trajiste una

invitada -sonrió mientras se acercaba a mi.

- Mamá, ella es Emily, una gran amiga -mencionó amablemente, yo solo sonreí. 

- ¡Oh, la chica de la que me hablaste! -respondió la señora regalándome un abrazo. "¿Acaso dijo "hablaste"? ¿Qué le dijo?

- Mucho gusto señora, Emily

Caulhoun -dije estrechando mi mano.

- Hola, Emily soy Anne, mamá de Harry -dijo sonriendo.

- Digame Em

 por favor.

- Y tu no me hables de usted, que me haces sentir vieja -rió.

- Esta bien, lo siento -me pusé nerviosa.

- No te preocupes -me regaló otra sonrisa.

- Bueno mamá, iremos arriba -dijo mientras me tomaba de la mano y me guiaba a su habitación.

- De acuerdo hijo, pórtate bien -amenazó su mamá y él solo la fulminó con la mirada. 

- Tu mamá es agradable -mencioné cuando estuvimos dentro de su habitación, la cual era muy bonita y estaba "ordenada". 

- Sí, amo a mi mamá -mencionó y lanzó su camisa al cesto. Fue en ese momento cuando me puse nerviosa de nuevo. El y yo en un cuarto solos, el sin camisa, esto es demasiado para mi.

- No piensas quitarte la ropa aqui ¿cierto? -pregunté para asegurarme.

The Only ExceptionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora