Capitulo 3

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Y así fue, lo abracé como nunca.. Fue un abrazo mega largo, no lo veía hace semanas, lo extrañaba con toda mi alma, y lo quería demasiado.

– Dime que estas bien..

– Claro que estoy bien, te extrañaba mucho, en el hospital solo pensaba como estabas

– <<Que tierno>> Yo igual, solo quería que estuvieras bien!!

– Pues ya lo estoy!

En ese instante entro un niño, era mayor que yo obviamente, en ese instante el viento soplo y su larga cabellera castaña se movía de lado a lado, sus ojos eran marrónes rodeados de un rojo intenso y su sonrisa era un poco falso, paso muy rápido, pero yo lo vi muy lento, se encontró con la Hermana Elena y si como piensan quedo en nuestra habitación, la 205, bueno en fin yo seguía con Adrián y le tenia una sorpresa, le hice una pequeña carta y adorne su cama con un listón rojo, su color favorito por supuesto. Al verlo me dio un abrazo muy fuerte diciéndome gracias

– En serio Hally gracias, ni esperaba tener una amiga como tú

– Es algo muy simple y con mucho cariño

El también me trajo algo era como una especie de gema con un dibujo tallado y en ese momento una ráfaga de viento muy fuerte soplo haciendo casi caer la gema de mis manos, un poco mas y se cae, se hubiera roto en mas de mil pedazos y pues obviamente Hally la débil se hubiera puesto a llorar

– La he salvado (dije en un tono de nervios)

– Igual tengo una que encontré pero tiene tallado como una ella de fuego

– Oh es hermosa

– No mas que la tuya (dijo sonrojándose un poco)

En ese momento llego ese niño que vi entrar con rapidez, llego al cuarto, abrió la puerta suavemente

– Perdón ¿interrumpi?

– No, no para nada sigue, acomoda tus cosas, bienvenido al cuarto 205

– Vale, gracias

– ¿Como te llamas? (Pregunto Adrián)

– Me llamo Dave, ¿y ustedes?

– Yo me llamo Adrián

– Yo me llamo Hally..

Cuando escuche su nombre una serie de recuerdos pasaron rápidamente por mi cabeza, pero no alcance a ver bien ni uno

– Mucho gusto (dijimos sonriendo)

– Bien ¿y como llegaste aquí? (pregunté a ver si me llegaba algún recuerdo)

– Pues  mis padres, de un día a otro desaparecieron, me la pasaba rondando por las calles hasta que una señora amable ma trajo aquí

– Oh lo lamentamos

– Tranquilos no importa..

– Esperó seamos buenos amigos (dijo con una sonrisa un poco macabra)

Ojalá sea así

Mientras acomodaba sus cosas Adrián y yo hablabamos en el balcón sobre como le había ido en el hospital y que le hicieron, y también le conté sobre la luz que apareciendo me que el estaba bien.. En ese momento el puso una cara de confusión y yo le empecé a explicar todo lo que pasó.
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Les dejo hasta acá, el próximo capitulo mañana  a esta hora, gracias por darme su apoyo y seguir leyendo, los quiero 7u7

Maberick-

La fuerza del sol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora