soulmates

Capítulo 1

-1 año antes-

"Cuando dos personas están destinadas a estar juntas, no importa dónde estén o con quién estén, tarde o temprano se encontrarán".

- Bah, bobadas ¿Cómo vas a saber quién es la persona correcta si te enamoras varias veces en tu vida? - Cerré el libro molesta por la estupidez que acababa de leer.

- Ya lo verás tú misma Skye, ya lo verás... 

Levanté la vista y me fijé en mi morena amiga. Me miraba con esa conocida mirada que me decía "No tienes ni idea del amor",  yo tomé un cojín que tenía al lado y se lo lancé a la cara. Las risas no tardaron en estallar mientras nos lanzábamos almohadas y huíamos la una de la otra. 

- Ay... vamos... a parar... - Se acomodó el pelo mientras echaba un vistazo a su móvil - ¡Mierda, Había quedado con Dean! - Se levantó de un salto del sofá y se miró en el espejo del salón. Me fijé en su cara con detenimiento: Ojos marrones oscuros y piel morena, pelo casi negro y largo hasta la cintura y una sonrisa envidiable. Mi amiga nunca tuvo una de esas fases en las que solo quieres que la pubertad te pegue una patada y te conviertas en modelo de alguna gran marca. Añadiendo su personalidad extrovertida era el tipo de persona al que la gente se pega. De ahí a nuestra amistad desde muy pequeñas en la que me ayudaba cuando lloraba porque alguien se metía conmigo y ella venía a mi rescate. 

Dean es su novio y buen amigo mio. Llevan saliendo un año y son la pareja más perfecta y empalagosa que he conocido. Mi prototipo de relación era esa, un chico que me mirase como Dean mira a kate, con un brillo que solo muestra la admiración y cariño que le tiene, al igual que ella. 

Me levanté de un salto y acomodé mi ropa y los cojines después de la que habíamos liado. 

- Estas bien deja de mirarte en el espejo, además aunque llevases un nido de pájaros te seguiría diciendo preciosa. 

- No creo... - Le di una mirada obvia - Vale es cierto. 

Tocaron al timbre y Kate fue a abrir. Dean entró y parecía que no se veían desde hacia meses (se vieron el día anterior). A mi me chocó el puño y me revolvió el pelo como siempre. 

- Pequeño elfo otro día que no creces ¿no? - Lo miré con odio - Tienes 17 años y sigues midiendo lo mismo desde que entraste a secundaria. 

Ciertamente seguía midiendo 1'58, la misma altura con la que lo conocí con 13 años. 

- No pasa nada, el aire aqui abajo tardará más en estar contaminado. Ambos rieron y yo cogí mi mochila. 

- Me voy chicos, tengo que ir a por mi hermana.

Me despedí de ambos y salí de la casa. Cogí mi móvil y llamé a mi hermana para avisarle de que iría a por ella. Prontó llegué al centro.

Y todo pasó muy rápido. 

Paré en un semáforo junto a dos chicos que comenzaron a mirarme y hacer comentarios. Me limité a agachar la cabeza y esperar a que el semáforo cambiase rápido.

- Hola guapa... - uno de ellos fue a coger mi brazo pero yo lo aparté rápido. - Anda no seas tonta. 

Miré a los lados y fui a cruzar a pesar de estar en rojo para huir de esa situación. En esta ocasión el otro chico tomó mi brazo y volvió a subirme a la acera acercándome a él y sosteniéndome por los brazos. Unas ganas inmesas de llorar subieron por mi garganta haciéndose un nudo. 

Pero el sonido de una moto acelerando nos sorprendió a los tres. De un momento a otro una moto estaba viniendo hacia nosotros a gran velocidad. Ellos se separaron de mi pero la moto se subió a la acera junto a nosotros. Dos chicos iban en ella y el de atrás que no paraba de reir, habló: 

- ¡Iros si no quereis ser parte de la carretera por la que va la moto!. - El conductor solo los miró pero eso bastó para que los dos cobardes que me estaban molestando salieran corriendo y ellos; no sin antes despedirse aquel chico risueño y su conductor inmutable, seguirlos.

El semáforo al fin se puso verde, y en medio del cruce una pequeña cinta roja se econtraba tirada. 

"N" se leía bordado en negro. 

Crucé al otro lado y miré por donde se habían ido. 

Esperaba volver a verlos algún día para decirles lo que no en ese momento no pude.

Gracias.