Parte 1 La Enredadera

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Pocas personas tienen algo tan interesante que contar. Pero lo cierto es que yo preferiría no haber vivido algo así. Las imágenes inquietantes no se van fácilmente de mi cabeza.

Esa soy yo, una pequeña mujer que apenas había cumplido la mayoría de edad.

Tuve la oportunidad de trabajar para una gran empresa y las responsabilidades eran del tamaño del océano.

«Jime envía esto por correo quieres, Jime ya redactaste el informe, Jime se dañó de nuevo la máquina de imprimir, ¿podrías ayudarme?»

De todas formas me gustaba eso. Un pequeño escritorio y una vida sencilla esperándome en mi casa. Hasta ese día.

«Jimena. El señor Gideron te llama a su oficina, dice que lo que estés haciendo me lo encargues a mí»

El señor Gideron era el gerente, nunca había hablado con él, salvo los buenos días. Pensé que me iban a despedir.

-Señorita Mistori, Tengo un encargo especial que hacerle. Necesito que viaje al oeste y lleve un mensaje con usted.

-Por supuesto, señor.

-Irá por la carretera principal hasta que llegue al desierto, se detendrá en la primera señal de Alto y esperará a la persona a la que le dará el mensaje.

-¿Qué?

-El mensaje es el siguiente: En tiempos extraños hasta la muerte puede morir.

-¿Qué? ¿De qué se trata todo esto? ¿Yo?

-Parta hoy mismo y mañana traiga la respuesta. No importa cuánto se demore. Mi secretaría le dará los viáticos, Ahora retírese.

Todo eso era de lo más extraño. No había duda. Pero no me quedo de otra más que obedecer, no quería perder mi empleo, eso era todo.

No recuerdo cuanto conduje por la carretera pero sí que el sol nunca parecía descender. Tenía miedo, había leído bastante de Lovecraft para saber que ese mensaje era de una de sus inquietantes historias.

Por fin encontré la señal de Alto. ¿Qué hacía, en nombre de dios, una señal como esa en medio de la nada?

Después que me detuve el sol pareció descender de golpe, temía que siguiera oscureciendo, de todas formas tendría que quedarme en un motel, pero el último que había visto estaba muy lejos.

Después de una hora aproximadamente un auto negro, un Peugeot 505 se estacionó a mi lado. Abriendo a medias la ventanilla.

-¿Cuál es el mensaje?-dijo la voz profunda.

-En... En épocas extrañas hasta la muerte puede morir...

-Ya veo, dígale esto a Gideron: Son épocas extrañas ahora-Y se fue, adelantándose y luego regresando por el mismo camino de donde había venido.

Antes del fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora