Parte 5 La llegada de la oscuridad

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1

Agua, café y encender la cafetera. Dos cucharadas para Luck y una para María, Chester prefería tomarlo sin azúcar, sí señor. Jimena Mistori preparando café para sus compañeros de trabajo. Es algo normal, muy normal, excepto que las manos le duelen y también la cabeza. Soy la puerta. ¿Acaso Jimena es la puerta? se pregunta, luego se arrepiente, de nuevo, por haber leído aquel relato de terror sin dejar de mirarse las manos vendadas. *

<<Se ha tardado un montón en preparar el café, que ineficiente>>piensa María y ella la escucha en su mente.

-Dios, le has echado mucha azúcar, Jimena-le dice Luck- eran solo dos cucharadas.

-Lo siento- se disculpa Jimena- permíteme que lo prepare de nuevo.

<<Estúpida de mierda>> Piensa Luck.

-Déjalo así- dice Luck con una sonrisa- hoy estas distraídas.

<<Necesitas que te follen, la verdad>> Piensa Luck y Jimena lo escucha en su mente.

El dolor continúa. Durante la mañana y mientras el sol está alto, ella puede controlar a voluntad su capacidad recientemente adquirida de leer mentes, pero cuando se aproxima la noche, el dolor aumenta y su habilidad se descontrola. Jimena mira el reloj en la pared junto a su pequeño escritorio al lado de la fotocopiadora. Falta casi media hora para irse de la oficina. Son las 16.32 h. Va a su puesto de trabajo y empieza a sacar fotocopias, debe hacer respaldo de las carpetas que le han pasado sus compañeros. Sacar copias. Sonido infernal. Hoja por hoja. Y los pensamientos no se callan. Secretos, secretos.

<<Que pase rápido el tiempo quiero largarme a mi casa y dormir hasta morir>>

<<Estos reportes no cuadran, tendré que maquillarlos otra vez>>

<<Hoy le daré otro chocolate al perro del vecino, a ver si se muere y deja de hacer escándalo, por su culpa no me alegra regresar a casa>>

<<Jimena, Jimena, ¿crees que no sé lo que te pasa?>>

Ese último pensamiento entra en su cabeza con toda intensión, ¿quién fue? de repente se percata que todos la están mirando, excepto que no tienen ojos, donde deberían tener ojos solo hay pozos vacíos, como la mujer en el espejo. Está a punto de desmayarse.

-Eh, Jimena, ¿Piensas quedarte? Ya es hora de irse- le dice Chester, que es el único que queda en la oficina-¿Quieres que te acompañe a casa?

-No, gracias-le responde. Todo era una alucinación, ¿cierto?

-No olvides cerrar la puerta antes de irte- le dice Chester.

<<La puerta, la puerta. >>

*Soy la puerta, es un relato de Stephen King publicado en marzo de 1971. Un ex astronauta se cubre las manos con vendajes luego que se da cuenta lo que sale de ellas, por causa de haberse expuesto a un mutageno alienígena. Él es la puerta.

2

Oscurecía más temprano en ese lugar, no podía ser más de las 17 horas. Preston esperaba que Ariadna terminase de leer el cuaderno. Todd, quien le había dicho dónde buscarlo se encontraba acurrucado al lado del sillón mirando hacia las puertas y las ventanas con inquietud. Preston las había asegurado con pestillo pero eso no era suficiente por lo que se podía interpretar en el rostro de Todd.

-Si algo de esto es cierto-dijo Ariadna exhalando ampliamente y posando el cuaderno en su regazo- será mejor que nos ocultemos pronto.

-Yo debo estar en mi habitación, o sabrán que algo anda mal-dijo Todd.

Antes del fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora