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"Aprender a amar"

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El último jarrón de flores que existía en la habitación se estrelló fuertemente en la pared empapando de agua a Yoongi quién furioso tomó a Jimin de los brazos sacudiendolo un poco.

−¡¿Qué demonios es lo que te sucede?!− Yoongi ya no podía resistir esto, ya no podía simplemente cruzarse de brazos mientras Jimin tenía uno de sus "episodios" como lo llamaba él.

−¿Qué es lo que me sucede?− Jimin sonrió amargamente mientras se alejaba de él mayor.  −¡Estoy arto de esto, de ti, de mí, de todo!

Yoongi suspiró pesadamente, ¿qué le había hecho el a Jimin para que lo odiara?
Lo había llenado de lujos, regalos caros, todo lo que el quería se le concedía por muy inútil o estúpido que fuera.

−¿Arto de qué? ¿de los lujos que tienes? ¿de poder secarte las lágrimas de tus estúpidos berrinches con dinero si quieres? −Yoongi soltó una risa sarcástica.

Jimin por su parte se acercó nuevamente a él dejando su mano marcada en su mejilla.

¿Qué acaso Yoongi era tan estúpido?
El no necesitaba dinero, lo único que quería era su maldita presencia, ¿donde estaba él cuando este se enfermaba?
Cuando se sentía solo, cuando se aburría, cuando tenía que dormir solo en casa porque el otro le mandaba un simple mensaje diciendo que no llegaría.

¿Dónde estaban todas esas promesas que le había jurado en el altar?
Siempre era lo mismo con él, prometía cosas que no podía cunplir.

−¿Acaso crees que todo es dinero? ¿qué no siento? ¿qué no tengo sentimientos?− las lágrimas de Jimin salieron con coraje.

No sólo se estaba rompiendo su corazón, sino que también su matrimonio de dos años.

−¿Es más linda? ¿tiene curvas? ¿no es un fastidio como yo?− Jimin soltó sin pensar, haciendo que el mayor frunciera una ceja sin comprender.

−¿Ahora que mierda te metiste en la cabeza Jimin? Estas muy mal− Yoongi revolvió su cabello con frustración.

−Es por eso que te ausentas, que te vas y no vuelves en días, por ello ya no estás conmigo, ya no hablas a casa para saber como estoy, ya no preguntas como estuvo mi día, ya no desayunas ni cenas conmigo, es por eso que ya no me deseas ¿cierto Yoongi?− Jimin hizo un puchero y Yoongi guardó silencio bajando la cabeza.

Si bien Yoongi no tenía un amante, hasta ahora se daba cuenta del porque de los episodios de su esposo.
Era cierto que él trabajaba demasiado para mantener la casa y los gastos que Jimin requería ya que este no trabajaba.

Pero ahora también entendía el porque Jimin siempre estaba molesto con él, porque ya no lo besaba antes del trabajo, porque él tampoco preguntaba como le había ido, porque ya no dejaba tiernos mensajes en su celular con muchos corazones, por qué ya no cocinaba.

−Es cierto tienes otra más linda que yo− Jimin afirmó con un puchero entre sus labios mientras bajaba la mirada.

−¿Crees que si tuviera a alguien más seguiría contigo?− Yoongi negó sarcasticamente. −Sí trabajaras entenderías como me siento, pero no lo haces, solo te sientas a causar problemas− rodó los ojos sin saber que esto último había lastimado a el menor.

El siempre pensaba en eso, que era un estorbo para Yoongi, que el solo consumía el dinero de su esposo y no aportaba nada.
El pensaba que era un inútil, pero no sabía que su esposo también pensaba eso de él.

−¿Sólo me siento a causar problemas? No sabía que pensabas así de mí − Jimin secó sus lágrimas con su mano mientras lo veía furioso −¿Le llamas trabajar a irte de fiesta los fines de semana con esa excusa?

El pelinegro lo observó sorprendido, ¿cómo carajos el sabía eso?

−¿Creíste que no me enteraría cierto? No soy tan estúpido como para creerte−

−¿Qué es lo que quieres de mí Jimin? Explicamelo porque sinceramente yo ya estoy harto de ti, de tus berrinches infantiles de siempre, tienes veintitrés no cinco años.−

Jimin respiró profundamente dándose valor para lo siguiente que iba a decir.

−Quiero el divorcio−

El cuerpo de Yoongi se congeló totalmente sin saber que responder, mientras que Jimin se arrepintió al instante.

Tal vez era hora de que ambos aceptaran sus errores sino querían que su matrimonio terminara.

−N-no, yo, Yoongi...− Jimin bajó la mirada apenado mientras lloraba fuertemente.

−Mira hasta donde estamos llegando pequeño...− Jimin se estremeció al escuchar esa última frase, hace tanto tiempo que su esposo ya no lo llamaba de esa forma.

−Te estoy lastimando tanto que ya no quieres estar conmigo− Yoongi comenzó a llorar silenciosamente.

−Yoonie, ya no quiero ser un estorbo para ti, solo quiero que seamos como antes.− el menor hizo un puchero y Yoongi lo estrecho entre sus brazos mientras ambos se sentaban en el suelo.

−Jimin lo siento, lamento no ser el esposo que te prometí, lamento haber dicho todas esas cosas tontas sobre ti, lamento lastimarte siempre, lamento todo− ambos estaban tan destrozados, pero ninguno quería irse.

−Lo siento por no valorar lo que haces por ambos, lamento que trabajes tanto por mi culpa− Jimin comenzó a hipear haciendo sonreír a ambos melancólicamente.

−Jimin no me dejes por favor, sé que soy un desperdicio de tiempo pero no lo hagas− Yoongi acarició las mejillas de su esposo delicadamente sintiéndose un estúpido, ¿que tan imbécil era como para lastimarlo de esa forma?

−Necesitamos ayuda Yoonie, no podemos seguir lastimandonos y mintiendonos como ahora− Jimin rodeó con sus piernas la cintura de su esposo quedando enfrente de él para luego abrazarlo con todas sus fuerzas −Ya no quiero gritarte ni pensar en que me engañas Yonnie.−

El mayor asintió varias veces pegándolo más a él mientras aspiraba su olor a fresas y chocolate preguntándose en que demonios estuvo haciendo estos ocho meses de su vida sin su pequeño.

−Nunca te engañaría bebé, nunca vuelvas a pensar en ello− Yoongi dejó un pequeño beso en sus labios para luego continuar −sé que necesitamos ayuda y la recibiremos, aún tenemos muchas cosas por vivir juntos amor, no terminemos de esta forma.−

Jimin sonrió con felicidad, hacía ya tanto tiempo sin poder sonreír de esa forma.

−Lamento haber dicho eso...− el menor bajo la mirada y Yoongi alzó su mentón para besarle de forma apasionada, un beso que ambos necesitaban desde hace ya mucho tiempo.

−Sé que no puedo prometerte que esta será nuestra última pelea, pero si puedo asegurarte que está será la última vez que quieras divorciarte de mí, pequeño. − Jimin asintió rápidamente sonriendole sinceramente mientras lo volvía a abrazar con fuerza.

Y es que de eso se trataba un matrimonio, de aprender a aceptar tus errores y perdonar, pero también de aprender a querer.

Cuando amamos no tenemos ninguna necesidad de comprender lo que sucede, porque todo pasa a suceder dentro de nosotros”

Paulo Coelho.

Short Writings.╎‹ YᴏᴏɴMɪɴ. ›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora