☸ 𝕂𝕒𝕣𝕞𝕒 ☸ | ᴊᴀᴇᴍɪɴ × ᴄʜᴇɴʟᴇ

ⓞⓙⓞⓢ

Narra Jaemin:

     Entonces decidí contestarle a Renjun... Después de todo quería recuperar mi confianza con él.

Renjun
en línea

Hola ~
1:51 P. M.

Buenas.
2:05 P. M ✔️✔️

Te hablaba por si querias hablar conmigo para lo de los regalos, yo se donde guardarlos 2:06 P. M.

Por cierto, que le has regalado?? 👀 2:06 P. M

A ti que te importa |🔙

Es sorpresa. 😝
2:07 P. M. ✔️✔️

Bueno, nos vemos ahi. Chao
2:07 P. M.

Parece ser que no era nada del otro mundo. Entonces apagué la pantalla y esperé a llegar. Parece ser que todo el local estaba reservado para aquel día. Una lágrima estaba por escaparse, no me podía creer que mi delfín ya fuera mayor de edad. Qué rápido pasaba el tiempo... Parecía ayer cuando lo conocí y era una cosita minúscula.

Me la sequé y fui a buscar a Renjun cuando él estaba sentado en la mesa central. Parece que me estaba esperando y él también tenía una bolsa enorme. Me preguntó que habría dentro pero no quiero ser cotilla. Renjun notó mi presencia y me invitó a acercarme.

—Hola, Jaemin -dijo con una sonrisa suave-. Te he visto llorar fuera , ¿por qué?

—Hola, Hyung... -le respondí devolviéndosela-. Es que estaba emocionado, se nos hace legal. -bromeé.

El río un poco y volvió a su posición inicial.

—Sígueme. Te voy a enseñar el lugar dónde esconderlos hasta el momento.

Se levantó de la silla y me guió hasta un almacén bastante alejado de la gente. La abrió y no vi nada, todo estaba absolutamente oscuro. Noté que algo me agarró de la mano.

—Está oscuro, ¿verdad? -dijo con un tono alegre que me provocó escalofríos—. Pues esto no es nada a lo que no vas a poder ver después.

La verdad es que no entendía nada de nada, me eché para atrás y cuando quise preguntarle qué estaba pasando cuando sentí el dolor más extremo de mi vida.

—¿Qué tal? Así no podrás volver a llorar —me dijo.

—¡¡AAAAAGH!! ¡¡HYUNG!!, ¿¡QUÉ ESTÁ PASANDO?! ¿¡QUÉ ME HAS HECHO?!

Si antes no conseguía ver nada, ahora todo era negro. Perdí mi vista y sentí como mis ojos colgaban de los agujeros. Él me los sacó.

—Para que no vuelvas a sentir envidia por nadie, envidioso. Para que no lo vuelvas a mirar de esa forma tan asquerosa y sucia. Nunca olvidaré lo que me hiciste a mí y a él.

Solo podía gritar del dolor, no comprendía nada. Noté como una patada suya me tiró al suelo y del impacto noté como mis ojos se arrancaron de cuajo.

—¿¡POR QUÉ?!

—Te lo mereces por el año de mierda que nos distes. No te mereces estar con Chenle. Tus celos y tu envidia... Ambos son tóxicos. Pero bueno, agradece que sigues vivo.

Narrador omnipresente:

Renjun se agachó a contemplar a su dongsaeng con los ojos literalmente vacíos y sangre resbalar por sus mejillas, su ropa también se manchó de ese color carmesí.

—Ahora cumplirás el resto de tu vida con el dicho de: «el amor es ciego» —agregó para reírse como un desquiciado.

Dejó al castaño ahí encerrado para cuando le preguntasen dónde estaba hacerse el loco.

Cuando llegó Chenle se quedó buscando una y otra vez a su novio, pero no lo encontraba por ninguna parte. Renjun ya molesto porque el menor estaba inquieto posó su mano sobre la de él.

—No me puedo creer que sea tu novio y no haya querido venir a tu cumpleaños... —criticó.

—N-no puede ser... Yo creería que vendría.

Chenle agachó su mirada entristecido y notó que el pulgar del mayor lo acariciaba.

—Pase lo que pase, tu Hyung siempre estará aquí para ti. — Lo miró fijamente—. Si no aparece pronto no llores por él, no merece ninguna lágrima tuya. ¿No te acuerdas de lo que nos hizo a todos?

—No empieces, Hyung... —desvío su mirada.

—Te estoy aconsejando, él está ciego —sonrió maliciosamente. —No sabe como tratar a alguien como tú, no te merece.

—Igual tienes razón —dijo triste. No podía creer que un año de relación durara eso para una mentira.

Renjun podía observar como su dongsaeng y amor cambiaba de opinión gracias a él, por lo que sentía que todo estaba a su control y había hecho su trabajo correctamente. Sin que nadie se diese cuenta untó la "mermelada" sobre un pan para comérselo y limpiar el cuchillo dejando aquel líquido rojo y viscoso en la servilleta.

Final abierto.