-Vamos Izuku, ven con nosotros- Decía un rubio sonriente mientras pasaba un brazo por detrás del cuello de un joven y pequeño peliverde.
-No Denki, no me gustan esos lugares- Respondía sonrojado el muchacho mientras una sus dedos índices en signo de nerviosismo- No entiendo porque desean tanto que me les una-
-Es un paso más cerca a ser verdaderos hombres- Argumentaba un adolecente pelirrojo con su sonrisa de dientes afilados- Cuando probemos las mieles de la adultez, estaremos agradecidos de haber explorado estas alternativas.
Izuku Midoriya no podía creer lo que escuchaba, el pervertido de Denki había logrado convencer a su amigo Eijirou con esa patética excusa.
Los tres se encontraban en su clase de Literatura en la Preparatoria "U.A.". El profesor de la materia, Aizawa Shota, al parecer se desvelo corrigiendo exámenes ayer y no apareció en clase ese día.
Denki Kaminari, el rubio de ojos ámbar, Eijirou Kirishima, el pelirrojo de ojos rubí y Izuku Midoriya, el peliverde pecoso de ojos esmeralda, eran amigos de la infancia. Sus casas estaban en el mismo vecindario y de niños se encontraban siempre en el parque. Juntos compartieron el jardín de infantes, preescolar y ahora la secundaria.
Al llegar a la adolescencia cada uno sufrieron sus cambios hormonales. Denki, el más impulsivo de los tres, se volvió todo un pervertido. Corriendo detrás de cada pollera o escote que cruzaba su camino. Eijirou, el más activo, sufrió un cambio radical en su cuerpo. Sus músculos se desarrollaron con extrema rapidez, teniendo a la edad de diecisiete años el cuerpo de todo un atleta. Por el contrario Izuku, el más listo, no noto ningún cambio. No se sentía especialmente atraído hacia nadie y su cuerpo seguía pareciendo el de un niño.
El de ojos verdes era muy sensible al tema de su tamaño, en el pasado, él y sus amigos competían por cada centímetro que crecían. Pero, al llegar a la pubertad, su estatura se estanco mientras que sus dos amigos seguían creciendo.
Intento de todo para crecer un poco más, consumir más lácteos, dormir con pesas en sus tobillos, hasta camino una semana solo de puntas de pie para que su cuerpo se acostumbre a las alturas. Pero nada funciono. Así que las competencias de altura acabaron para siempre.
Sus amigos también lo rebasaron en sus relaciones amorosas, siendo la suyas nulas. Denki de tanto molestar a las féminas, alguna vez tenia suerte y alguna volteaba a verlo. Y Eijirou no necesitaba ir detrás de ninguna, con su cuerpo y personalidad eran atraídas como moscas a la miel.
Sin embargo...ellos todavía eran vírgenes. El rubio no había tenido suerte y el pelirrojo se ponía muy nervioso cuando las situaciones subían de tono.
Por eso a Kaminari se le ocurrió la idea de visitar un sex-shop. Según su línea de pensamiento, en ese lugar podrían conocer todo lo necesario para satisfacer a cualquiera de sus conquistas. Él buscaba una muñeca inflable para practicar sus "extraordinarios" dotes sexuales. Y convenció a Kirishima de que, ingresar a un lugar tan sexual como aquel, iba a sacarle todo el nerviosismo con respecto a ese tema.
Y como "buen" amigo que es, llevara a su pequeño amigo Midoriya para que se le puedan "activar" sus hormonas.
-Chicos...realmente no creo que mis hormonas se "activen" solo por visitar un lugar como ese- Replicaba el de ojos esmeraldas mientras hacía señas con sus dedos a la palabra activar.
Denki puso sus ojos en blanco a la vez que se pasaba la mano por el pelo- Izuku...tus hormonas están dormidas por falta de estimulo- Explicaba- Las mujeres de aquí son todas unas niñas que buscan al príncipe azul, pero en la universidad las mujeres cambian, allí las chicas buscan divertirse y no van a querer hacerlo con un niño frígido como tu- Al ver en los ojos de su amigo que su último comentario lo daño, intentó suavizar la conversación- Lo siento pero es la verdad, ellas querrán a hombres con más experiencia, por eso tienes que venir con nosotros.
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Pleasure Ultra
RomanceDeku se ve en un aprieto. Quedarse en su casa jugando su juego online favorito o ser buen amigo y acompañar a sus amigos....a un sexshop. Nada raro puede ocurrir por salirse de la rutina...o si?