Poder

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Guarde este capitulo hasta hoy porque pata mi es un dia especial, asi que espero les guste

El día anterior había sido largo para Danny, pero se sentía satisfecho. Kamekona le había pagado asegurándole que estaba muy a gusto con su trabajo y que se podía tomar el día libre.
Steve había ido a recogerlo cerca de las diez de la mañana para ir a pasear, según él, a uno de los lugares mas bonitos de la isla, aunque Danny seguía sin entender que tenia de bonito el sol y la arena.
Sin embargo Steve lo había sorprendido consiguiendo un permiso especial para dar un paseo por el sendero de Haiku, casi 4.000 escalones, en una colina de naturaleza exuberante de la isla de Oahu.
Cuando estuvieron  en lo alto del lugar, Danny no podía creer la belleza que tenia ante sus ojos. Había sido un camino algo peligroso ya que ningún guía se arriesgaba a subir hasta ese lugar, pero había valido la pena

- ¡que hermoso! – exclamo Danny
- No mas que tú – le susurro Steve acercándose lentamente para besarlo mientras lo envolvía entre sus brazos
- Steve… – susurro el rubio mientras se abrazaba a sus hombros

Fue un beso lento. Suave. Dulce. Un beso como el que Danny había visto tan solo en las películas. Era su primer beso. Su primera ilusión. Su primer… ¿Qué era eso que se colaba bajo su camisa a la altura de su cintura?
Lo único que Steve sintió fue que lo empujaron a la altura del pecho y luego algo realmente duro se estrechaba contra su cara haciéndolo trastabillar hacia atrás por lo que perdió el equilibrio y cayo de espalda rodando unos metros cuesta abajo. Afortunadamente logro sujetarse de un tronco lo cual evito que descendiera aun mas

- ¡No se con quien me confundiste, maldito animal – grito Danny – pero es obvio que no tienes idea de como comportarte frente a un omega descente!
- Danno, perdóname – suplicaba Steve totalmente arrepentido de su comportamiento
- ¡Agradece que no te castro en este mismo instante, troglodita! – decía Danny a mil por hora – ¡Y no me digas Danno!
- Cálmate – suplicaba Steve preocupado por la transformación que había sufrido el rubio
- ¡Claro ven a un pobre omega indefenso en la calle y ya se quieren aprovechar! – grito Danny
- ¿Qué? – grito  Steve sorprendido – ¡no!
- ¡todos los alfas son iguales!  - gritaba Danny a voz en cuello sin siquiera respirar – ¡unos degenerados que…!

Steve solo podía sonreír embobado. Por fin había encontrado un omega que valía la pena

*                                      *                                      *

Danny paseaba mirando las vitrinas de la Quinta Avenida. Llevaba colgando de sus brazos algunos bolsos de diferentes tiendas bastante costosas.
Se detuvo frente a la tienda de Armani para apreciar algunos trajes para omegas empresarios. Había uno color verde agua que se veía muy bien, aunque el café oscuro le gusto mas ya que le resaltaba sus ojos y su piel. 

- Mira nada mas quien apareció – dijo una voz femenina
- ¡Eres un cualquiera! – dijo una voz masculina también
- Buenas tardes – dijo Danny girándose – también me da gusto verlos después de tantos años
- ¿Quién paga eso? – dijo el hombre
- Obviamente yo con mi trabajo – dijo Danny
- Ya me imagino el tipo de trabajo – dijo la mujer
- Señora, esa no es la manera de hablarle a un omega – dijo molesto un pequeño niño rubio que se paro junto a Danny
- Escúchame niño… – dijo el hombre
- Escúcheme señora – dijo una niña castaña que se paro al otro lado de Danny – a Alá no le gusta que se les falte el respeto a los omegas de esa mañera
- ¿A quien? – pregunto el hombre intrigado
- Ala es el nombre que los musulmanes le dan a Dios – dijo Danny
- ¡Terroristas! – grito la mujer
- ¿Qué? – dijo Danny – ¡No!
- No me gusta como se dirige a nuestro papi – dijo el niño
- Ni a mi – dijo la chica
- ¿tuviste dos hijos sin casarte? – dijo el hombre
- Claro que… – dijo Danny
- ¿Qué pasa aquí? – dijo la voz firme de Steve
- Están agrediendo a mi papi – dijo la niña
- Y a Ala no le gusta eso – dijo el chico
- ¡Solo hemos dicho la verdad! – replico la mujer
- ¿Qué cosa? – grito Steve – ¿Quién se…?
- ¡Ya basta! – exigió Danny – ni una palabra mas o no habrá Cristo, Ala u otra deidad que los salve a ninguno ¡a ninguno! – replico Danny con voz firme cuando todos intentaron replicar –. Ahora, y antes que sus cabecitas se disparen a Dios sabe donde, déjenme presentarlos. Ellos son Eddie y Clara Williams ¿les suena ese apellido? – dijo Danny mirando a Steve y a los niños que se sorprendieron –, exacto, son mis padres. En cuanto a ellos son…
- Tu… – siseo Clara
- No se atreva – dijeron al mismo tiempo los tres McGarrett
- Mi esposo, Steve McGarrett, y nuestros hijos, Grace y Charlie – dijo Danny –, son unos neandertales la mayoría de las veces pero aun así los amo
- ¿Te… casaste? – dijo Eddie atónito
- Un par de horas antes de que reciba la linda marca que tiene en su cuello – dijo Steve
- Cállate – siseo Danny
- Pero… – iba protestar Steve pero prefirió guardar silencio cuando vio la mirada que Danny le lanzo
- Papá solo quier… – protesto Charlie
- O se callan o alguien dormirá en el pasillo del hotel por dos semanas – sentencio Danny – y otras dos personas comerán verduras en el desayuno, almuerzo, lunch y la cena por las mismas dos semanas – los tres McGarrett se miraron en silencio y al unísono decidieron no volver a decir palabras –. En cuanto a ustedes – dijo Danny mirando a sus padres y sacando un papel y un bolígrafo de su bolsillo para escribir – este es el hotel en que nos estamos quedando. Aun estaremos una semana mas por si les interesa. Y este mi numero de celular y correo electrónico – se la entrego a su padre que los miraba atónito –. Si me buscan yo estaré feliz de volver a tener relaciones con ustedes. Pero si no lo hacen, yo no moveré un dedo ¿esta claro? Cariño, ayúdame con estas bolsas, están muy pesadas – dijo entregándoselas a Steve –. Niños decen prisa. Me duelen los píes de tanto caminar y aun no he comprado las gafas de sol que necesito. Despídanse de sus abuelos
- Salaam alaikum – dijeron ambos pequeños
- Buenos días – dijeron Steve y Danny
- No entiendo – susurró Clara
- Eres un omega – dijo Eddie – pero…
- Un omega – dijo Danny –, no un juguete de alfas caprichosos. Me a costado mucho trabajo labrarme un camino en el mundo empresarial – dijo el rubio – y demostrarle al mundo lo que valgo. Por eso los padres de Steve no pusieron objeción a que trabajemos codo a codo para mejorar sus negocios. Y en quince años no he escuchado quejas, sino todo lo contrario. Buen día – y se fue seguido de los niños
- Su hijo mete miedo a veces – dijo Steve antes de apretar paso tras su familia

Clara se quedo viendo totalmente sorprendida como su “yerno” alcanzaba a Danny y lo abrazaba por la cintura con un brazo mientras con la otra llevaba todas las compras. Se notaba que no era que Danny gobernase la relación, sino ambos, pero que su hijo se había ganado el lugar que ahora ocupaba, y Clara estaba casi segura que a pulso.
Ella ya había escuchado sobre el movimiento por la igualdad de los derechos de los omegas. Y también había leído en las revistas de farándulas sobre el exitoso magnate, el alfa Steve McGarrett, quien trabajaba codo a codo con su omega. Irónicamente nunca se dejaban fotografiar ni daban entrevistas, pero era de conocimiento general que era quizás el omega mas exitoso en cincuenta años

- Pero que escandalo – dijo Eddie – ese insolente se cree igual a un alfa. Y todo es…
- Sabes que Eddie – interrumpió Clara entregándole sus bolsas – creo que es hora de hacer algunos cambios en casa
- ¿A que te refieres? – dijo el hombre preocupado
- Primero lo primero – replicó Clara tomando el papel que escribió Danny – debemos organizar la cena para nuestro hijo y su familia. ¿viste lo lindo que son nuestros nietos?

Eddie miro hacia atrás y vio como Danny se alejaba con su familia.
Definitivamente la modernidad había llegado a su familia y él no lo había podido evitar

El Omega ModernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora