1.

339 46 29
                                    

— ¡Chat Noir! ¡Adrien estaba en su habitación! ¡¿Y si le pasó algo?! — De sólo pensar que algo le habría pasado a su amigo, se asustaba demasiado. Un akuma atacó en la mansión Agreste, causando un caos.

— Ehhh... No, ya está a salvo. — Él no sabía que responder, ya le costaba bastante tratar de mantener su identidad en secreto cuando le hacia preguntas de ese tipo.

Ladybug relajó sus facciones.

— Igual, iré a ver. Por si... Acaso. — Estaba por ir a ver, hasta que Chat Noir la detuvo.

— Es que... Lo escondí en la panadería de los Dupain-Cheng.

— ¿Qué? ¿Enserio? — Ella no recordaba haberlo visto cuando pasaba por ahí.

— Sí, seguro.

— Bien. — Se había relajado, pero esa relajación se fue cuando recordó las fotos que tenía en su pared. — Iré para allá, nos vemos Chat. — Con su yo-yo se dirigió a su hogar, el gato se sentía nervioso así que también fue para allá, para no causar problemas.

Al llegar, ella entró por la ventana y vio a Adrien sentado en su cama, rápidamente sonrojada y nerviosa trató de tapar con su figura femenina las fotos.

— ¡Hola, Ladybug! ¿Qué haces aquí? — Adrien fingió calma.

— H-Hola A-Adrien. Sólo me fijaba que estés bien, ¿Chat Noir te trajo no?

— Sí, me trajo él. — Suspiró. Casi lo atrapan.

— Me alegro de confiar en él. — Esas palabras hicieron que el rubio se ruborizara.

— Me... debo ir, mi padre se preocupará.

— ¡Espera, Adrien! ¡Tengo algo que preguntarte! — Ladybug, lo detuvo por el brazo.

— ¿Sí? — La ilusión se veía desde lejos en esos ojos esmeralda.

— Tú...

— ¿Yo...?

— ¿No le ves lindo a Chat Noir? — ¿Había oído bien?

— ¿Qué? — Soltó una risa. — ¿Me lo dices enserio, Ladybug?

— Claro que sí. Es que como es mi compañero...

— ¿Y tú? ¿No le ves lindo a Chat Noir? — Adrien arqueó una ceja. En su voz, tenía una leve esperanza de que su amada lo correspondiera.

Tardó unos segundos en responder.

— Em... No niego de que es lindo, amable y caballeroso, pero no es mi tipo. Sólo pregunto si tú le ves lindo a él.

— Claro. — Hizo una mueca. — Sí, en un cierto modo es lindo. Se ve sexy por ese traje de gato. — La catarina se encontraba fascinada por la forma de hablar de su amor platónico hacía su compañero de batallas, difinitivamente ellos se traían algo entre manos, o cómo diría Alya "Se tienen ganas".

— Oh. — La mariquita formó una sonrisa ladina y picara en sus labios. — Pues... Si quieres, ¿mañana podrías venir al parque frente a la panadería Dupain-Cheng? A las 15:30.

— ¡CLARO QUE SÍ! — Al darse cuenta lo emocionado que estaba, había gritado, trató de controlarse y hablar nuevamente. — Digo... Claro.

— ¡G-Genial! Adiós. — Con su yo-yo hizo como si se iría a algún lado, pero lo tomó entre sus brazos y lo dejó en su mansión.

— Ladybug... Me invitó a salir... — Estaba tan metido en sus pensamientos, que no se daba cuenta de la voz de Plagg, la cual sólo le hablaba con sarcasmo.

Aunque la curiosidad lo carcomia, ¿por qué le había preguntado si ve lindo a Chat Noir?

— Quizás no era una cita así por decirlo. — Interrumpió el kwami.

— Por favor, Plagg, no arruines mi ilusión.

¿Marinette es fujoshi? [AdriChat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora