Capitulo 4 "Segunda prueba, Parte 1"

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Justo como había aconsejado Jonghyun, Minho se preparó todo el día siguiente para lo que fuera. Toda la mañana estuvo practicando hacer todo tipo de actividades caseras, cocinar, planchar, manejar. Así como también entrenamiento físico, y actividades de protección. Desde acrobacias, puntería con armas de fuego, el uso de armas blancas, entre otras cosas. Pasó todo el día practicando sin descanso alguno, hasta que dio la media noche y decidió que había sido suficiente, ya que tenía que guardar fuerzas para el día siguiente. Tomó una relajante ducha, y se dispuso a dormir, listo para cualquier cosa que pudiera suceder.

A la mañana siguiente, se levantó muy temprano, tomó una rápida ducha; su vestimenta aparentaba ser algo elegante, pero a la vez era muy práctica. Desayunó una manzana y un licuado de plátano y se dispuso a descansar, mientras esperaba la hora acordada para la siguiente prueba. Se había quedado dormido en la sala principal, cuando una vocecita chillona lo despertó.

– ¡Oppa! – Minho abrió sus ojos lentamente, topándose con el rostro de Yoona.

– Yoona – Dijo con fastidio. – Déjame descansar.

– Ni lo pienses. Hay una cosa para la cual no te has preparado. – Aquello desconcertó a Minho, ya que estaba seguro de haberse preparado para todo.

– ¿Que? ¿Qué es lo que me falta? – Confundido, observaba a su amiga.

– No te preparaste para... – Hizo una pausa dramática muy larga.

– ¡Ya dilo! Sabes que no me gusta esperar. ¡Me desesperas! – Dijo Minho con fastidio.

– Esta bien, pero no te enojes. – Yoona acercó sus labios al oído del pelinegro, para susurrar lo siguiente. – Debes prepararte para crear conjuntos con cualquier cosa que pongan frente a ti.

– Yoona, eso es una tontería.

– ¡Claro que no! Recuerda que ese tal KiBum es un amante de la moda. – Aquello le cayó como un balde de agua fría, lo había olvidado por completo.

– Creo que tienes razón.

– Vamos, debemos practicar. – Yoona tomó a Minho del brazo, para llevarlo a su auto y llevarlo a un centro comercial.

– ¿Por qué vinimos aquí? – Minho comenzaba a fastidiarse.

– Aquí será nuestro lugar de trabajo, sólo tienes una hora antes de tu prueba. No tenemos mucho tiempo. – Decía Yoona, con determinación, tomando a Minho del brazo para llevarlo por todo el centro comercial.

Visitaron tienda tras tienda, y para Minho aquello no había sido una perdida de tiempo, ya que gracias a su amiga había aprendido mucho en ese corto tiempo. A cambio de su ayuda, Yoona hizo que Minho prometiera que ella podría quitarle la virginidad a Taemin cuando lo tuvieran secuestrado, o antes de matarlo. Aquello le causo mucha gracia a Minho, ya que su amiga en serio no se rendiría con esa idea. Aunque la risa le duró poco, al pensar en Taemin, y recordar lo delicado y tierno que se veía, le preocupo la rudeza con la que Yoona pudiera actuar, inclusive pensó en él ser el primero y ya después vería si accedería a prestárselo a su amiga. Al darse cuenta de sus pensamientos, no pudo evitar golpearse mentalmente, tenía que concentrarse, no podía permitirse tener ese tipo de pensamientos.

La hora acordada estaba por llegar, por lo que Minho se dirigió con rapidez a la mansión de los Lee. Al llegar, pasó por la misma rutina de hace dos días, pero esta vez las flechas lo llevaban a otro lugar, dentro del mismo edifico de la vez anterior. Subió unos cuatro pisos, hasta dar con el tan famoso cuarto "misterio". Aquel nombre le parecía extraño y a la vez gracioso. Tocó la puerta de aquel cuarto, y a los pocos segundos, abrió un chico que Minho no había visto antes. El joven tenía una cesta de pollo, la cual estaba comiendo con mucho ímpetu. Aquel pollo había provocado que el estomago de Minho gruñera, lo que hizo que el chico lo mirara con cara de pocos amigos.

Mi nuevo Guardaespaldas 2minWhere stories live. Discover now