Capítulo 5

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Me despierto en medio de una escalofriante oscuridad, no se en donde me encuentro y tengo miedo, lo último que recuerdo fue la discusión con William y luego todo se vuelve negro.

 Intento enderezarme pero me invade un fuerte dolor en la parte trasera de mi cabeza, me retuerzo y  prefiero quedarme tumbada en el frío suelo de asfalto. Comienzo a observar hacia el techo y me doy cuenta de que esta muy alto, como a unos 30 metros creo, hay unas ventanas casi al llegar al techo pero estas están tapadas con tablas y solo dejan traspasar un poco de luz. 

 Me decido a levantarme de una vez a pesar del dolor ya que si no lo hago comenzaré a pensar cosas relacionadas con Will y no quiero llorar por alguien que no vale la pena. Me siento y descubro que estoy en una gran bodega que por lo visto deben de haberla abandonado hace varias décadas, todo esta cubierto por una gran capa de polvo y telarañas, no hay ningún mueble a excepción de una mesa con sillas en el fondo y en el centro se encuentra una pecera exactamente igual a la del laboratorio, pero esta se ve mucho más sombría. 

 Me levanto y comienzo a caminar hacia allí pero algo me lo impide y caigo al suelo, miro hacia atrás y me doy cuenta de que ese desgraciado me ha encadenado el pie derecho así que no tengo salida. Hay una argolla de metal incrustada al suelo y desde allí sale la cadena que tengo en el pie, tiro con todos mis fuerzas de la argolla pero es en vano, entonces me percato de que la cadena es más larga de lo que esperaba así que la desenrollo y comienzo a avanzar nuevamente hacia la pecera. 

 Llego ahí y no encuentro nada, por un momento me alarmo, pero luego de unos minutos logro captar un movimiento en una esquina y la veo, desde aquí solo veo un pequeño bulto en la esquina más lejana pero se que es ella.  

 Siento una puerta abrirse y luego unos pasos acercarse, se que debo alejarme pero no puedo, es como si algo me lo impidiera. 

 -Ah, veo que ya despertaste- Un imponente William se para al lado mío y a pesar de que no quiero lo miro y le hago frente. 

 -Sácame de aquí - Me paro en frente de él pero las cadenas se enredan y caigo al suelo, lo que provoca que William ría estrepitosamente y me mire con lastima. 

 -Ow, ¿te lastimaste pequeña?- La última palabra lo dice con burla lo cuál hace que una gran furia crezca en mí. 

 Él se esta burlando de ti Victoria, se esta burlando de ti en tu propia cara, debes de hacer algo - Mi conciencia no para de martillarme la cabeza con estas palabras, tiene razón, no puedo quedarme aquí sin hacer nada y que me humillen gratuitamente, debo de encontrar una salida. 

 -¿Qué quieres de mi William? - 

 -Quiero que te quedes conmigo Victoria, te puedo dar lo que quieras pero debes quedarte conmigo- Se agacha y comienza a acariciarme el cabello pero yo le aparto la mano. 

 -No, nunca podría estar con un ser tan despreciable, que lo único que desea es poder y piensa conseguirlo a costa del sufrimiento de otros- Tras decir esto lo miro a los ojos y por un segundo noto una expresión de decepción en su rostro pero esta desaparece rápidamente y lo único que puedo ver ahora es odio y repugnancia. 

 Se pone en cuclillas a mi lado y toma mi cara obligándome a que lo mire a la cara y luego pronuncia estas palabras: 

-Sin mi ayuda nunca podrás salir de este lugar- Lo dice de una forma tan tranquila que me da entender de que esta diciendo la verdad, me estremezco y este lo nota así que se levanta con una sonrisa de suficiencia en el rostro y me mira desde lo alto - Así que si quieres salir de aquí con vida vas a tener que reconsiderar tu respuesta. 

Dicho esto se da media vuelta y se larga del lugar, dejándome sola, bueno no completamente sola ya que tengo a un ser mitológico en frente mío pero igualmente no creo que sea una gran compañía, al menos espero que sea mejor que William. 

Estaba tan sumida en mis pensamientos que me quedo dormida. 

En mi sueño  me encuentro sumergida en una profunda oscuridad y una hermosa voz  me llama, más que una voz es como una bella canción que me arrulla y acaricia suavemente.Lentamente me despierto y me doy cuenta de que mi sueño no esta muy lejos de la realidad ya que ahora siento como una esplendida voz me llama. 

-Victoria- Dice una aterciopelada voz. 

Luego de entrar en razón me sobresalto ya que la voz suena cerca, como si alguien me estuviera susurrando en el oído. 

-Victoria- Vuelve a repetir la voz 

Miro en todas las direcciones pero no encuentro a nadie, luego de unos segundos reacciono y entonces me doy cuenta de quién me habla. Me doy la vuelta lentamente y la veo, allí esta la pequeña sirena como si su sola presencia irradiara luz. 

-Victoria- Me vuelve a llamar pero esta vez me fijo en que sus labios no se movieron. 

-¿Pero cómo...?- No termino de formular la pregunta cuando esta me interrumpe. 

-Victoria... yo tengo el poder de hablar en tu mente-  

Esperen... ¿Qué? esto explica muchas cosas pero provoca más confusión en mí, tengo tantas preguntas pero la confesión me ha dejado atónita y no puedo concentrarme para poder formular una. 

-Pero... ¿cómo lo haces?- Mi voz tiembla por la conmoción. 

-Después habrá tiempo para explicaciones, ahora necesito que me ayudes

-¿Ayudarte?- 

-Si, tengo una misión especial para ti- Me sonríe y me estremezco, su sonrisa provoca una sensación extraña en mí- 

-¿Quuué neecessitaas?- Oh Victoria, este no es el momento para que comiences a tartamudear. 

-Necesito que me saques de aquí y regresemos con los de mi especie. 

Oh no, no me gusta como suena eso.

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