Capítulo 10

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Luego de unos segundos vuelvo a recobrar la conciencia y lo primero que puedo visualizar es que un tentáculo gigante se acerca a mi a toda velocidad.

Ruedo sobre mi cuerpo quedando unos treinta centímetros más lejos del lugar en el que me encontraba tumbada, lo suficiente para que el asqueroso tentáculo de la criatura solo alcanzara a rosarme.

Al levantarme me invade un fuerte mareo, por un momento lo único que puedo ver son manchas negras que obstaculizan mi visión.

Nado lo más rápido que puedo hacia la puerta mientras que el ser monstruoso me persigue por detrás.

Cuando llego empiezo a buscar alguna manija para poder abrirla pero no hay nada, una simple  puerta de metal se encuentra frente a mi.

Comienzo a golpear la puerta con tanta fuerza que mi manos empiezan a sangrar.

-¡LEELO!.-Gritó exasperada.- ¡LEELO POR FAVOR ÁBREME!.

-Lo siento Victoria, pero esto debes hacerlo sola.- Me contesta una calmada voz desde el otro lado de la puerta.

Le grito, suplico e imploro pero Leelo no vuelve a decirme nada más.

Me doy la vuelta y me doy cuenta que yo misma me he acorralado.

Me encuentro entre la puerta de metal y la espantosa criatura que en sus mejores tiempos fue un  calamar gigante. Detrás de él se encuentra mi escapatoria de este lugar, la perla.

Pero la poder llegar a ella primero debo de acabar con la criatura.

Es imposible.

No tengo salida.

Si lo intento la criatura me deborará.

¿Cómo salir de aquí?

Por mi mente se atraviesan miles de ideas en las cuales me enfrento al calamar para poder conseguir la perla... lamentablemente en todas resulto destrozada por él.

Desesperada intento escabullirme por un lado pero el monstruo marítimo golpea con fuerza una de las paredes dejándome sin salida. Un mónton de rocas se desprenden de la pared cuando la criatura golpea la pared y una idea se cruza por mi cabeza.

Lentamente recojo una de las rocas y me la escondo en la espalda.

Debo de encontrarle una utilidad, si trato de encontrar su punto débil podría fallar y el resultado sería fatídico.

Piensa Victoria Piensa...

...¡Lo tengo!

Con toda la fuerza que me queda le lanzo la roca a uno de sus viscosos ojos. La criatura emite un aullido espantoso mientras se retuerce de dolor. 

Aprovecho mientras que esta distraído para huir. Voy a mitad de camino para poder llegar a la preciada perla cuando siento que el calamar viene estrepitosamente detrás mio, viene a acabar conmigo.

¿Qué hago?¿qué hago?¿qué hago?¿qué hago?¿qué hago?¿qué hago?¿qué hago?

Miro hacia todos lados y no puedo encontrar nada útil para enfrentarme a la criatura.

No tengo salida.

Moriré aquí.

No volveré a ver a mis seres queridos.

La criatura me convertirá en polvo.

Voy a mor.. esperen...¿qué es eso?

En la pared que se encuentra a mi lado hay una grieta lo suficientemente grande para que yo quepa allí. Forzosamente me introduzco en el orificio mientras que el calamar no pierde tiempo y comienza a dar embestidas contra la pared en la que me encuentro. 

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2014 ⏰

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