"Somos solo unos inocentes niños" ¿Spoby o Spaleb?

Los preparativos

El viaje se sintió interminable. Pero llegamos finalmente a un gran palacio decorado con luces, carteles y flores. Paige nos agarró a Ali y a mí por la mano y nos acompañó a una habitación pequeña mientras veíamos a Hanna y a Emily riéndose mientras iban a la torre de las damas de honor. Supuse que Emily seguía enojada, pero, ¿qué podía hacer yo? Era muy tarde.

Nuestra habitación no era cálida en absoluto. Observé las camas, la desprolijidad y descuido con el cual se habían lavado y colocado las sábanas. En definitiva, no éramos bienvenidas. Luego reparé en el armario con aspecto antiguo y sospechoso. No me atreví a moverme, presentí que habría algo moviéndose en el interior, pero Ali lo confirmó:

-¡Aaaaaagh! Qué asco!

-¿Qué es!?- le pregunté asustada

-Ratas - respondió con asco

-Ven, vamos ya a hablar con Paige y Emily

-Uff, espero que Aria venga pronto- se quejó Alison

Oh, pero Aria sí había llegado. Nuestras huésped estaban conversando agradablemente con ella mientras les mostraba sus recientes compras.

-Qué horror- pensé mientras le echaba una mirada a Ali, como cómplices. Pero ella no correspondió. Estaba demasiado ocupada gritandole a Paige.

-Alison! Alison DiLaurentis!?- le grité

-Estoy reclamando lo que es nuestro- me respondió mientras fulminaba a las novias con una mirada terrorífica

-Ey, ey! Dejen a las chicas descansar en paz, mañana es el gran día.- dijo Aria

-Perdón, Spencer. Emily me pidió que te dijera que ya no eres dama de honor...Cambios de último momento.- se dirigió Hanna hacia mí

-Alguien tenía que quedar fuera de la conversación, ¿no?- dije sarcástica

Escuché una risitas de Paige.

-¿Y tú de que te ríes?- preguntó Ali enojadísima

Con la velocidad de la luz, Emily se interpuso en su escena de drama:
-Ahora mejor que todas vayan a dónde deban y yo me acercaré para discutir la situación!- siguió, acentuando el "yo" especialmente para Paige

El grupo reunido en una pelea infantil se disolvió en el medio del jardín. La gente cercana al palacio nos miraba extraño.

-¿Qué dices Spencer?- me preguntó Ali mientras caminabamos.

-¿Sobre qué?

-Sobre mi vestido rosa, claro. Quizás me lo ponga como dama, de todos modos.

Me di cuenta que no tenía a nadie. ¿A caso lo tuve alguna vez?

-Spencer, Spence?- dijo Ali para llamar mi atención -en que piensas?-

-Nada- contesté en fin. No quería tener esa conversación.

Esa noche no pude dormir, o siquiera acostarme. Emily no se había ni siquiera molestado en pasar a hablarme. Eran las tres de la mañana ya, así que preferí salir de allí, sin despertar a mi compañera y esperar hasta que pudiera dormir. Fui hasta el arco dónde se haría la boda ese día. Había unos asientos de parque blanco, columpios y mesas decoradas con lazos blancos y violetas. Me imaginé mí boda allí. Eran tan afortunadas. Pero yo no. No tenía novio, solo un bebé. Ese sueño no era nada más que eso, un sueño.

Me senté en uno de los columpios y cerré los ojos. Era casi perfectamente pacífico. No quería el cuarto que tenía. Así que me decidí. Entré a una de las habitaciones continuas a la mía: tomé un colchón y unas sábanas y me recosté sobre el pasto.
Estaba casi completamente vacío ¿¡Casi!? Miré otra vez: en definitiva, tenía compañía.

La imagen de un joven se fue aclarando ante mis ojos. Vi en su torso desnudo un tatuaje familiar. El joven era Toby. No dijo nada y yo tampoco, solamente se sentó a mí lado y me miro en lo más profundo de mis ojos. Mí vista se perdió en el prado y dejé pasar el tiempo hasta que escuché:

-Perdón

Abrí mis ojos y le respondí:

-¿Por qué?

-Por todo. No me preocupé suficiente en el momento. Sé que no era tu deseo. Y por mí culpa te alejé de tus amigas, te quité oportunidades. Tan solo, perdón. No tienes que decir nada...