Friends

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Jimin

El tiempo pasaba y era imparable igual que el fluir de un río, no había visto a Jungkook desde aquel día ya que me había logrado acomodar muy bien en un trabajo en la ciudad y por fin podía pagarme un departamento en lugar de seguir en el hotel. Realmente apenas podía con mi vida y al único que podía contarle era a un pequeño pez Betta que había sacado de la tienda de mascotas.

Sabía que Jeon ya no estaba en el hospital gracias a la boca de Taehyung, lo habían dado de alta y ahora estaba en su casa así como asistiendo a la universidad. Poco a poco su vida se iba re-acomodando también.

Había llegado a una especie de amistad formal con Jungkook pues le notaba a veces muy incomodo que me pasara por ahí como un acosador, por lo que no me preocupaba tanto no verlo. Y es que me refiero a que su hermano no me quiere cerca, NamJoon parece un león domado cuando está con Jin y Taehyung estaba un poco separado de Jungkook.

—¡No estoy haciendo ningún jodido progreso!

Y aquí sentado no creo que un aire celestial me devolviera a mi ex novio. Estaba cansado, tomé mi mochila, llaves, dinero y me dispuse a dirigirme a la casa de los Jeon aunque eso me costará unas bofetadas o algo así.

Pero cualquier cosa era mejor que la ausencia de aquella voz deseándome buenos días.

[...]

—¿Café? —Soy un idiota.—Me gusta el café.

¿Oh no?

—Perdón si te causo problemas, no quiero alterarte n...

—Sólo me atropellaron no me moriré si el aire me da en la cara. —Me alegraba verle más tranquilo y con más color en su rostro. Estaba un poco más vivaz y empezaba a recuperar peso.

    Nos encontramos en un bonito café con luces tenue, aire fresco, un olor exquisito que emanaba de aquellas tazas de porcelana en una de las mesas más alejada del resto

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Nos encontramos en un bonito café con luces tenue, aire fresco, un olor exquisito que emanaba de aquellas tazas de porcelana en una de las mesas más alejada del resto. La música jazz sonaba en el volumen perfecto como para no aburrirnos ni molestarnos.
A pesar de haberlo invitado a tomar una taza de café todavía tenía que terminar unos pendientes con el trabajo, sólo le escuchaba tararear las canciones que se sabía o le gustaban, su voz era aún más hermosa que a través de la cámara.

—Y entonces —dejó su taza de café sobre la mesa y me miró atento—, eres del extranjero.

—Soy Coreano al cien por cierto, nací en Busan.

—Oh! Yo también soy de Busan. Pero y entonces el acento americano es...

—Estudié mi carrera en el extranjero.

Face Time; Jikook [RE UPLOAD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora