- Han pasado muchos años.
-- No pensé que tú serías su madre.
- Ni yo imaginé que tu su padre, debí suponerlo por el apellido.
-- ¿Cómo está tu familia?
- Ya lo ves, mi hijo se casa con tu hija.
-- No podemos evitarlo, ellos eligieron el camino que nosotros desechamos.
- Tu lo hiciste. Desapareciste mucho tiempo.
-- A pesar de todo, tú te vez más feliz que antes.
- Parece que tomaste una buena decisión en alejarte. En cambio tú...
-- Será mejor no tocar el tema.
- Tu hija habla mucho de ti.
-- Si... Espero no sea nada malo.
- Ella te admira al haberla criado solo.
-- Exactamente no la crié yo, recibí ayuda.
- Pero ella te admira a ti, algo debiste hacer.
-- Espero que así sea.
...
- ¿Por qué no te volviste a casar?
-- No había razón para hacerlo.
- Pudiste conseguir la felicidad con alguien más.
-- Mi hija es mi felicidad, ahora se me escapa con tu hijo.
- Es irónico.
-- Lo sé, y me alegro, sé que tú lo criaste... y va a ser un buen esposo para mi niña.
~ ¡Hola padre!, creo que ya conoces a mi suegra.
-- Lo estoy haciendo.
~ Mi novio dice que se ven como viejos amigos.
- Nos conocimos hace mucho, antes que tu nazcas.
~ ¡Eso es increíble!, entonces voy a llevarle a mi padre todos los fines de semana donde ustedes para compartir en familia.
-- No creo que sea necesario, ya estoy viejo para eso.
~ Papá... si es una conocida tuya tienes que mostrarle respeto.
- Yo estoy de acuerdo con tu padre. No sería conveniente.
~ Acaso, ¿pasó algo entre los dos?
-- No exactamente.
- Nuestra amistad siempre ha sido de vernos de vez en nunca.
~ Tienen una amistad medio rara... ¡Por cierto!, dijiste que le conociste antes que nazca, ¿conociste a mi madre?
- Claro que lo hice, pero solo la vi una vez.
~ Quisiera que me cuentes un poco de ella.
- Es verdad, tu madre murió poco después que nacieras.
~ Nadie me habla mucho de ella.
-- Lo siento mi niña, no conozco mucho a las personas que eran sus amigos o su familia.
- Mmm... De lo que la conocí, tu madre era la mejor del mundo, alegre, espontanea y quería mucho a tu padre.
~ A veces te pareces a la madre que hubiera querido tener. Hubiera querido que también hubieras sido mi madre.
- Si lo fuera no te hubieras casado con mi hijo.
~ Eso no importa. Mi padre es genial... pero a veces se siente solitario.
-- ...Creo que me voy por un momento.
- ¡No lo hagas!, es tu hija, nuestra familia.
-- No llores cariño, demuestra que eres alguien fuerte y que vas a convertirte en la mejor madre del mundo.
~ Eso lo intentaré. Espero recibir la ayuda de mi suegra para esto.
- Si son los nietos de tu padre, creo que sé como tratarlos, no quisiera que cometan los caprichos de tu padre hacía.
~ Conoces mucho a mi padre.
- Si no fuera por tu madre, pudiste ser mi hija.
~ ¿Es verdad?
-- ¡Ah!.. algo así.
~ No sabía esa historia.
-- No es algo de lo que me sienta orgulloso.
- No seas mentiroso.
-- Tu suegra era especial en ese entonces, pero como ves. Elegí a tu madre.
~ Creo que va a ser incómodo estar ustedes juntos como familia.
- No te preocupes, ha pasado gran tiempo que logramos superarlo.
-- Ademas, tienes una vida por la cual luchar. No debes preocuparte por nosotros.
~ Tienes razón... Bueno, me voy.
...
-- ¿Por qué le dijiste eso?
- Tenía que hacerlo.
-- Las cosas se van a volver más incómodos ahora que ella lo sabe.
- Tu hija me pidió que me case contigo unos días antes de conocerte, futuro suegro de mi hijo.
-- Mi hija hace muchos disparates.
- Ella me pone mucho a pensar.
-- ¿Qué cosa?
- Si no estuviera casada... lo habría hecho.
-- ¿Si no estuvieras casada? Creo que alguien volvió a abrir una vieja herida.
- ¿No sientes lo mismo?
-- Luego de la muerte de mi esposa pensé mucho en ti.
- ¿Por qué no viniste a verme?
-- Cuando lo hice te habías casado hace poco.
- No me enteré.
-- Tu hermana... ella me recibió, me dijo que no intente interferir.
- Ella también te conoció. Cuando te fuiste, ella te empezó a odiar.
-- Me imagino... Ante todo creo que voy a tener que hacer un gran viaje por el mundo, hay mucho que quiero conocer.
- ¿Te vuelves a ir?
-- Es lo mejor que puedo hacer. Mi hija ya no me necesita.
- Pero... yo si.
-- No creas que me voy a arrepentir por que me digas eso.
- Sé que no lo vas a hacer. Solo, ya no quiero que te alejes.
-- No deberías estarme abrazando.... Levantarás sospechas.
- Pensé que te había olvidado, pero no he dejado de pensar en ti aún estando con él.
-- Eso es muy triste para él.
- Más triste para mi el pensar que... lo único real que recibí de ti, fue solo un beso.
-- Vendré cuando mi hija se case. Hasta entonces... mi amor perdido.
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En caso que lo necesites, yo estaré presente
RandomLuego de dos años se encuentras, él es diferente, ella también.