-¿Por qué estoy haciendo ésto?- Pensaba en sus adentros aquél multimillonario excéntrico al cuál todos llamaban Tony Stark, después de haberle llamado a su discípulo Peter Parker.
-Ven a mi casa niño, necesito hablar contigo, trae tu traje.- Aquella...
-¿Por qué estoy haciendo ésto?- Pensaba en sus adentros aquél multimillonario excéntrico al cuál todos llamaban Tony Stark, después de haberle llamado a su discípulo Peter Parker.
-Ven a mi casa niño, necesito hablar contigo, trae tu traje.- Aquellas palabras resonaban en la mente del menor mientras en su rostro se esbozaba una gran sonrisa y sus mejillas comenzaban a tornarse de un color carmesí. Acto que le ocasionaba confusión, ¿cómo podía sentirse así con una sola llamada del Señor Stark? Tal vez era normal, después de todo no había sabido nada de él después de aquel encuentro con el Capitán América. Y que le mencionara llevar su traje sólo le significaba que habría una misión importante en la cuál su mentor le necesitaba.
-Por fin voy a verle- Decía con alegría. Sin embargo, por alguna razón aquel pequeño Spiderman siempre se sentía emocionado al estar al lado del mayor. Le ocasionaba sentimientos indescriptibles para él. ¿Acaso eso era amor? -No, no, no.- Se decía así mismo sacándose de sus propios pensamientos. -Qué rayos estoy imaginando, Peter porfavor. Lo más probable es que se acerque algo interesante. ¡Sí! Eso es, una gran misión junto al Señor Stark.-
Lo que no se imaginaba era lo que pasaba por la mente de Stark.
Mientras tanto en la casa del mayor se encontraba un Tony confundido. -¿Qué se supone que le voy a decir? ¿Qué haré cuando lo tenga frente a mí?- Muchas dudas se forjaban en su mente. Aquel mocoso se le había metido en el corazón y se sentía un fiasco de persona al estarle haciendo eso a su prometida Pepper. Él, él era el culpable. Con esa tonta forma de ser, esa infantil forma de ser... Esa encantadora forma de ser.
El sonido de su celular fue quien le trajo de vuelta al mundo, solo para darse cuenta de quien le llamaba; Peter Parker. Se sacudió la cabeza para ponerse en su papel de Señor Stark. En el cuerdo Señor Stark. Aquella persona que era hasta que ese chiquillo entró a su vida.
-Si, dime.- contestó con un toque serio. -¡Señor Stark!- contestaban del otro lado del teléfono de una manera eufórica -Ya estoy aquí, ¿puede dejarme pasar? Estoy muy emocionado porque sé que...- -Pasa- le decía el mayor de forma cortante colgando la llamada e interrumpiendo su emoción. ¿Es que por qué tiene que ser así de...? -Ah- Un profundo suspiro salía del pecho de Tony. Tenía que prepararse para recibirlo.
-Pasa niño, anda, a mi oficina.- Peter estaba impresionado ante lo que estaba frente a él. Sabía que el Señor Stark era multimillonario pero no sabía lo que esto significaba visualmente. -¡Wow! Señor Stark esto es increíble.- Decía anonadado. -Si, si, es lo que todos dicen. Ahora hazme el favor de sentarte ahí- señalando un sofá color vino que se encontraba en su oficina. Asintió con la cabeza y se dejó caer sobre aquél sofá quitándose el abrigo que le cubría su traje. -Mire Señor Stark, lo traje.- Esa imagen para Tony era sencillamente sublime. Aunque seguía pensando como pudo haberse enamorado de alguien tan torpe e inmaduro.
Tony caminó hacía su escritorio para servirse un trago de whiskey. Tenía que tomar fuerzas para llevar a cabo su plan. Tenía que aprovechar que Pepper estaba fuera. -Señor Stark, ¿tenemos una misión? ¿Por eso me llamó?- decía entusiasta Peter. Taciturno Tony se dirigió hacia donde estaba el chico se sentó a su lado tomándolo de la barbilla le plantó un suave y tierno beso. Por primera vez Tony estaba experimentando el amor y no el deseo, quien era el mayor protagonista en su vida.
El menor al sentir aquellos húmedos labios pidiéndole entrar a su pequeña boca abrió por inercia sus ojos de par en par sintiéndose sorprendido, asustado, tímido y... ¿feliz? Se estaba sintiendo bien, se sentía feliz y protegido en los brazos de su mentor. Peter comenzó a corresponder el beso tímidamente hasta quedarse sin aliento. Aquél beso se tornaba más y más pasional y con un ligero sabor a whiskey. Al faltarles el aliento se separaron dejando un pequeño hilo de saliva entrelazandose en sus bocas. -Se-Señor Stark...- -Shh- Tony le indicó que callase posando dos de sus dedos en la boca del menor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
