Elio estaba leyendo la noticia más reciente sobre su ciudad, que estaba publicada en el sitio web del diario. “ESCUELA REDUCIDA A ESCOMBROS” era el titular, la noticia no medía más de una página, todo daba a entender que nadie del personal de la escuela sabía que había un detonador que podía acabar con la vida de todos, ya que estaban sumidos en el evento del día de muertos. Pero aún así parece que no se sabía que había causado la destrucción.
-Una noticia bastante trágica –pensó para sí mismo- ¿los padres exigirán alguna demanda?
Dejó la noticia por un lado cuando su teléfono celular sonó. Era Kim, su novia, a lo que contestó rápidamente porque en sus tres años de novios solo le había marcado cuando estaba en alguna emergencia.
-Elio… -lo saludó.
-Kim ¿se te ofrece algo? –le preguntó este.
-¿No están muy ocupado?
-No ¿Qué es lo que necesitas?
-Te ocupo contar algo, eres la única persona de confianza ¿Dónde estás?
-En mi casa, pero ¿Qué es lo que ocurre?
-Voy para allá –y colgó repentinamente.
Elio se preocupó más porque nunca había tenido una llamada tan espontanea de parte de ella como la de aquella mañana. Por lo general, cuando Kim estaba en aprietos, esta hablaba lo más tranquilamente posible para no alterar las cosas. ¿Qué será lo que le tiene que contar? ¿Estará alguien persiguiéndola? ¿La habrían acusado de algo?
Pasaron veinte minutos y sonó el timbre del departamento. Fue a abrir la puerta, tenía suerte que aquel día tenía todo acomodado. Era Kim la que estaba en la puerta, pero había algo en su cara, estaba medio tensa pero trataba de disimularlo.
-Hola amor –lo saludó ella plantándole un beso en la boca.
-Hola cielo –Le dice el después de separar sus labio- pasa, ponte cómoda.
Entran los dos a la sala y se sientan en el sofá que esta frente a la pantalla, su lugar preferido. Se quedan los dos en viéndose en silencio durante un tiempo, hasta que Elio rompe la tensión entre los dos.
-¿Qué es lo que ocurre? –quiso saber.
-Veras –baja la mirada- por donde empiezo… primero que nada, quiero que no creas que he perdido la cabeza, ni la lógica, ni sentido común.
-Bueno –acepta el.
-Te va a sonar un poco extraño, pero no sé por dónde empezar, al parecer… bueno, es un hecho, tengo poderes telequinéticos.
Elio se quedó mirándola, pensando que ella había perdido la razón, si había visto videos de personas que según movían objetos, pero eran objetos muy pequeños, tal vez ella se refería a lo mismo.
-Que bien –le dice animado- me da gusto, eso quiere decir tal vez que has desarrollado otras partes de tu cerebro.
-No, no está nada bien, no creo que sepas a lo que me estoy refiriendo…
-Claro que si se, todo el mundo sabe de la telequinesis, mover objetos, controlarlos…
-Sí, pero esto va más allá de lo que tú crees, si la gente sabe sobre lo mío podría darles miedo, sabes que a todos les da miedo lo desconocido.
-¿Que va más allá de lo que creo? –le pregunta asombrado- ¿pues qué es lo que puedes lograr, mover un papel?
-Ja Ja, esto no es un juego.
Kim le mandó una mirada desafiante.
-Entonces, si quieres que te crea, demuéstralo.
-Prométeme no contar nada sobre esto.
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Telequinesis
KurzgeschichtenImagina que tienes un don que nunca creiste haber tenido, y este es la telequinesis. Pero cuidado, que no sabes como controlarlo, y cuando explotes, todo llega a explotar también a tu alrededor. Telequinesis es una serie de relatos, en ellos aparece...