Capítulo 1

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Yoongi se tensa cuando la puerta se abre levemente, puramente por reflejo. Él sabe que no tiene absolutamente ninguna razón para estar nervioso cuando está en su propia casa. No precisamente por estar rodeado de guardaespaldas, por perros custodiando los jardines ni por las múltiples alarmas con lo que cuenta. Si no más bien por que nadie es lo suficientemente estúpido como para entrar a la casa del jefe más poderoso del mundo subterráneo, a menos de que quieran que les corten la garganta.

La tensión se escapa cuando SeokJin asoma la cabeza en la habitación.
— Hola — dice Yoongi, sintiendo la sonrisa extendida en su rostro. — Les dije que no te despertarán si estabas dormido —

SeokJin sonríe tentativamente y abre la puerta completamente. Su perro entra corriendo por la puerta, meneando su cola con entusiasmo y saltando sobre las rodillas de Yoongi para lamerle la cara. Él se ríe y acaricia detrás de las orejas.
— Abajo chico. No puedo besarte primero, antes tengo que saludar al hombre más hermoso —

SeokJin hace una mueca mientras cruza los brazos sobre su pecho.
— Tienes la baba de Holly sobre ti—

— Ya vez Holly por tu culpa ya no me besara — Yoongi se ríe, acariciando al cachorro. — ¿Qué tal tu día? — él le pregunta a SeokJin.

SeokJin se encoge de hombros y se dirige a Yoongi.
— Pensé que vendrías directamente a nuestra habitación —

Yoongi hace una mueca de disculpa.
— Tenía que arreglar algunas cosas antes de ir a ti — SeokJin no aparta su mirada de él.
— Ahora ya termine. Estaba apunto de ir a la habitación —
SeokJin sabe de lo que está hablando Yoongi. Él antes de ir a él tiene que curar las heridas que haya sufrido durante el día. Limpiar la sangre que tal vez llegó a salpicar su piel. Quemar su ropa manchada de color carmesí. Comprobar que sus armas estén en el lugar correcto.

— ¿Cómo estuvo tu día? —  hay cierta preocupación en la voz de SeokJin. Ellos fueron traídos al mundo bajo las sombras al mismo tiempo. Yoongi aún recuerda el hedor de la capucha cuando se lo metieron por la cabeza y lo empujaron hacia la parte trasera del auto patentado y gritando. Recuerda estas aterrorizado cuando vio a SeokJin, pálido e inmóvil, atado a la silla que estaba frente a él. Recuerda como aprendió a disparar un arma, como empuñar un cuchillo y como matar a las personas. Recuerda que si él cometía un error o se negaba a hacer lo que le pidieran, no sería él quien fuera golpeado o herido, si no sería a SeokJin a quien lastimarian, golpeandolo hasta el punto de dejarlo casi muerto, con la piel pálida y cortada, haciendo que Yoongi pida misericordia. Recuerda hace siete años, cuando tenía dieciocho años, tomar un arma y disparar al jefe y a su amante en la cabeza mientras dormían.

Resultó que matar gente no era tan exagerado como creía que sería. No tuvo pesadillas ni traumas por eso. Desde eso él se convirtió en el nuevo jefe a los dieciocho y empezó a dirigir la mayor pandilla de Corea desde entonces.

SeokJin lo saca de su trance cuando vuelve a preguntar —¿Estás bien?—

—Estoy vivo y en una sola pieza—
Yoongi sonríe, limpiándose las manos para ir hacia SeokJin.
— Abajo, Holly —

Su perro se sienta obedientemente mientras Yoongi jala a SeokJin sobre su regazo, abrazándolo fuertemente, presionando besos sobre el cuello de SeokJin, mordisqueando las marcas que dejó la noche anterior.

— ¿Estas herido? — pregunta SeokJin, con las manos rozando el delgado material de la camisa de Yoongi. Levantando la camisa y tocando los bordes de las vendas en su cuerpo.

— Algunos rasguños aquí y allá. Nada fatal — asegura Yoongi. SeokJin no indaga más y Yoongi levanta las mangas de SeokJin para sentir las cicatrices en los brazos de éste. Él no tiene pesadillas sobre matar gente. Tiene pesadillas sobre una hoja plateada que se desliza con demasiada facilidad en un brazo pálido, arrastrando largas y crueles líneas a través de la piel. Puede rastrear cada cicatriz que la tortura dejó en el cuerpo de SeokJin, incluso con los ojos cerrados.

SeokJin se frota los brazos cuando Yoongi levanta su cabeza para besarlo
— Ojalá pudiéramos irnos y no volver nunca más —

— No hay salida una vez que entras en esto, hyung. Tú lo sabes — Yoongi mordisquea el labio inferior de SeokJin.
— ¿Los chicos no te están tratando bien? ¿Debería hablar un momento con ellos? —
SeokJin sacude la cabeza rápidamente porque “hablar” probablemente signifique que Yoongi los golpeará o los matará y SeokJin ya está cansado de todo esto.
— ¿Entonces que es? ¿Quieres salir? Tú sabes mejor que nadie porque no puedes. Hay demasiada gente por ahí que te usaría para llegar a mí. Pero si realmente quieres, podría arreglar algo. Algunos chicos no tienen nada mejor que hacer de todos modos—

SeokJin niega con la cabeza otra vez.
— Lo sé. Eso no es... No quiero hacerte daño tampoco —

— Sabes que es al revés hyung. No quiero que nadie te lastime —

— Lo sé. Es solo que desearía poder regresar a lo que eramos, eso es todo. Quiero decir, todo esto es agradable-
SeokJin hace un gesto hacia la habitación enorme que los rodea. Es una de las salas más pequeñas de la mansión que Yoongi obtuvo cuando se convirtió en el jefe.
— Me tratan bien. Pero todo esto es... Está basado en el crimen. Tú matas personas y traficas drogas y cobrás deudas y si no te pueden pagar, simplemente los matas. No digo que estés haciendo cosas malas, quiero decir, bueno. Lo estás haciendo, pero no tienes elección. Pero... Solo extraño lo que eramos. Eso es todo. Hecho de menos que me llames amor en vez de hyung —

Yoongi sonríe entre dientes y presiona un beso en los dedos de SeokJin.
— Todavía puedo llamarte amor —

— Ese no es el punto Yoongi —

— Lo sé — Yoongi dice, acercando más a SeokJin.
— Hyung, si me descuido bajando la guardia, me matarán. Y entonces serás asesinado —
En realidad Yoongi no cree que maten a SeokJin. Será peor, piensa. Lo venderán y lo torturaran en alguna parte. Él no lo dice en voz alta, pero está bastante seguro de que SeokJin lo sabe de todo modos.
— Estás en esta situación por mi culpa. Voy a protegerte hasta el final.

SeokJin pasa sus dedos por el cabello de Yoongi. Le da una mirada de tristeza. — Pero tú no comenzaste esto porque querías Yoongi —

Yoongi tararea en reconocimiento antes de levantarse para empujar a SeokJin sobre el escritorio.
— Eres mi mundo entero. Eso no ha cambiado en lo absoluto lo eras antes de que fuéramos traídos aquí y lo seguirás siendo hasta el final —

SeokJin lo mira con una expresión que no puede leer Yoongi, pero luego suspira, acariciando la piel suave de éste.
— No aquí Holly está mirando —

Sin Salida (YoonJin/Sujin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora