ÚNICA PARTE

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El primer trabajo de Taeyong luego de terminar la Universidad fue como repartidor de pizzas. Y estaba bien.

No tenía experiencia en el mercado laboral y creía era lo máximo que podía obtener.

Después empezó a trabajar como secretario de una empresa de venta de carros. Fue un golpe de suerte que en cuestión de tiempo, ya era un secretario de una empresa con una muy buena rentabilidad. Las cosas fueron viento en popa, incluso lo ascendieron; después de un año y medio empezaron a haber problemas con unas unidades y todo empezó a bajar.

Taeyong prefirió salir de ahí antes de que todo cayera sobre él como una avalancha.

Había pasado medio año y las cosas no mejoraban. Y los ahorros que había tenido empezaron a bajar notablemente.

Entonces decidió buscar en algo que no tuviera que ver con su campo, lo que sea, la cuestión era no morir de hambre.

Era domingo por la mañana y lo mejor que pudo hacer fue sentarse en la cafetería que se encontraba en la esquina de su casa, era ya una rutina ir ahí todos los días y como resultado, se había hecho amigo de la dueña. Agarró el periódico del estante en la entrada y se puso a buscar en la sección de trabajo. Realmente, nada nuevo.

Pasaba tanto tiempo mirando el periódico que ya se había aprendido algunos de los anuncios que aparecían con frecuencia. En algunos de ellos, él ya había estado.

— Hola Taeyong.

Levantó la vista del periódico al escuchar la voz de la dueña del local.

— ¿Cómo está?

— Todo bien, ¿me puedo sentar?

— Claro.- se levantó rápidamente y le acercó un asiento de la mesa cercana.

— ¿Cómo va el trabajo?

— Regular, ayer tuve que dejar uno por problemas internos.- se guardó la verdadera razón para no enojarse de nuevo.

Simplemente uno no espera encontrarse a mierdas andantes en el trabajo. Y el de ayer había sido un auténtico dolor en el culo.

— Bueno, ayer estuve hablando con un cliente y necesitaba un hombre de seguridad en su nuevo local.

— ¿En serio? ¿Dónde lo puedo encontrar?

Ella sacó su celular y empezó a buscar algo como si ya hubiese esperado la respuesta de Taeyong.

— Aquí tengo los datos, te los estoy pasando por mensaje, vas al lugar y les dices que has venido por el trabajo de guardaespaldas.

— Gracias, en serio gracias.

Taeyong salió del local y luego de cambiarse y bañarse con tal de no parecer un vagabundo, fue hacia la dirección que había recibido.

Mientras más se acercaba a la zona, más supo que la presentación que había elegido no estaba de más. Todo alrededor eran centros de entretenimiento, sobre todo discotecas. Y algunas parecían ser muy costosas. Resaltante entre todas estaba Quarana.

Taeyong conocía algunas de las otras discotecas por experiencia propia, mientras había sido secretario y luego promovido había tenido que juntarse con varias personas en aquellos locales y por consiguiente, conocer a algunos empresarios importantes.

Eran cosas de las que disfrutaba pero eran lujos y ya no importaban tanto como antes.

Por otro lado, conocía como era el movimiento en una discoteca, la seguridad al entrar, al estar adentro y como podía ser incluso un poco peligroso cuando querían entrar personas no deseadas, ser un hombre de seguridad no era algo que pudiera hacer tan fácilmente, pero si el dueño lo había dicho tan a la ligera tal vez no era uno de esos que usan la fuerza bruta, en verdad esperaba eso porque toda la experiencia que tenía Taeyong era algo de taekwondo de cuando tenía 15 años.

𝖊𝖑 𝖏𝖊𝖋𝖊 𝖉𝖊 𝖘𝖊𝖌𝖚𝖗𝖎𝖉𝖆𝖉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora