HOJA EN BLANCO ; SEVEN KAYNE. ©

7.

Narrado por Esperanza.

Seven ya había llegado al hotel pero yo no había salido de la habitación desde que habíamos llegado d ella playa con Khea. Eran las 6:00 pm y a las 22:00 pm comenzaba el show en un teatro de la famosa peatonal.

Con pesadez me levanté de la cama y me metí en el baño abriendo la ducha para regular la temperatura de la lluvia artificial que caía desde ésta (qué igualmente siempre estaba demasiado caliente porque amaba quemarme el culo con el agua). Cuando salí me sequé el cuerpo y el pelo, me cambié y maquillé sólo un poco y emprendí rumbo hasta la habitación donde Khea me había dicho que Joaquín se estaba quedando; era hora.

Miré la puerta alrededor de unos 6 segundos hasta que escuché voces provenientes desde el interior de la habitación, Joaquín con Ignacio. No me iba a ir al infierno por escuchar una conversación ajena así que pegué mi oído a la puerta para escuchar mejor.

Ignacio: ¿Y qué pasa si por esas casualidades de la vida vos sos el papá?

Joaquín: Ni lo menciones amigo, ni loco pienso en que el hijo que está esperando Esperanza pueda llegar a ser mío, aparte siempre me cuidé.

Ignacio: ¿Siempre?

Joaquín: Bueno, una sola vez no me cuidé pero no creo que justo por esa vez haya quedado embarazada, es imposible.

Ignacio: No sé bro, todo coincide. La fecha en la que estuvieron y los meses de embarazo, todo.

Joaquín: Callate y no digas boludeces, ni en pedo hubiese pensado en tener un hijo con Esperanza y si lo hubiese tenido no me hubiese hecho cargo porque antes está mi carrera.

Ignacio: Está bien, es tu forma de pensar, no la mía. Vamos que se hace tarde para la prueba de sonido.

Me quedé helada con las palabras de Joaquín, yo estaba a punto de decirle la verdad y él confesándole a su amigo que si hubiese sabido que ese hijo era de él ni así se hubiese hecho cargo.

Todavía enfrente de la puerta vi como ésta se abría quedando frente a frente con un Joaquín y un Ignacio que no sabían dónde meterse, no entendían nada. Tierra tragame.

– Hola hope, ¿qué haces acá? -  Dijo Joaquín a la vez que su mirada fue directo a mi panza que se hacía notar y mucho.-

– Ehhhh... yo

– ¿Estás bien? - Dijo esta vez Ignacio. - estás pálida

– Sí, yo... eh, me voy - Respondí algo alterada dándome la media vuelta pero el brazo de Joaquín me detuvo. Ya sentía la lágrima caer, embarazo y la sensibilidad y la puta madre.-

– ¿Escuchaste algo? ¿Porqué viniste?

– ¿De qué sirve que te diga la verdad si igualmente no te ibas a hacer cargo?

Díganme ridícula, dramática o que las películas me están afectando pero di la media vuelta guardando el poco pedacito de dignidad que me quedaba y me fui para el ascensor rápido y metiéndome en él para irme al piso donde estaba, encerrarme en mí cuarto y dormir hasta la cena (porque por más que estés triste ni loca me pierdo de la comida en el puerto).

Acostada en la cama se me venía una y otra vez a la cabeza la imagen de Joaquín e Ignacio totalmente sorprendidos viéndome  mientras las puertas del ascensor se cerraban.

Me sentía horrible, con el corazón roto en miles de pedazos. Qué ilusa que fui al pensar que se iba a poner feliz o al menos iba a aceptar el hecho de ser papá pero a la vez no puedo juzgarlo, ser padre a esta edad es uno de los sentimientos más angustiantes e inesperados del mundo. Yo acepto por completo de que no quiera hacerse cargo de nuestro hijo, no puedo obligarlo; hay maneras y maneras de decir las cosas, y él no tuvo ni una pizca de sensibilidad al hablar así de mi hijo con Ignacio; porque mi hijo no está después de ninguna carrera ni de ningún otro asunto, él o ella siempre va a ser mi prioridad y vamos a salir adelante con el apoyo de todas las personas que me quieren.

Te felicito Joaquín, otra vez me hiciste mierda.

Publicación en Instagram de Esperanza.

📍Mar del plata, Argentina.

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@hope.leiva : " Mi pequeño amor y yo listos para la cena frente al mar.🖤 "

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