Faithfully [McFly Fanfiction]

»Capitulo 5: El beso.

»Bonnie’s Pov«

Sentí que una luz me estaba pegando en la cara. Abrí lentamente los ojos y los rayos del sol iluminaban mi habitación, realmente era uno de esos pocos días con buen clima. Me levanté y fui hacía el baño. Me lavé la cara y me cepille los dientes y baje a la cocina para prepararme el desayuno. La casa estaba silenciosa, no había nadie, solo estaba yo. Me preparé un café y puse la música a todo volumen. Me puse a cantar en voz alta, realmente parecía una loca. Eran las once de la mañana cuando me dí cuenta de que llegaría tarde a mi clase de arte. Hace cinco años, cada sábado tomaba clases de arte en una pequeña escuela. Subí a darme una ducha, y luego me cambié rápidamente. Tomé mi bolso y salí de mi casa. Fui hacía el patio trasero para agarrar la bicicleta. Recorrí gran parte del barrio hasta llegar a la escuela. Fue todo normal. A las dos y medía salí, volví a recorrer todo ese camino otra vez.

Me detuve en la puerta al ver que había algo. Me agaché y había un peluche de uno de los marcianos de Toy Story, sonreí. De inmediato supe quien era, solo esa persona sabía lo mucho que amaba esa película. Levanté el muñeco y en su mano tenía un papelito de color rojo que tenía algo escrito. Este decía: “Felices siete años. Nos vemos esta noche a las ocho en el lugar de siempre. Te quiero mucho”. No estaba firmado, pero con el muñeco y lo de de “siete años” estaba más que claro para mi. Encontrar eso en mi puerta, realmente hizo que me día fuera mejor.

Así que estuve impaciente hasta que él momento llegará. Revolví todo mi armario en busca de algo lindo para usar. Sabía que esa noche iba a ser especial, ya que en el último periodo de tiempo, me he sentido de una manera rara. Siempre que estaba junto a él, me daban ganas de besarlo y abrazarlo. Pero no sabía como él podría reaccionar. Me dí un baño y luego me preparé. Salí de mi casa, y dí la vuelta hacía el patio trasero para poder llegar a nuestro lugar. Trepé las escaleras y me encontré con que el ya estaba ahí.

—¡Fletcher! —sonreí.

—¡Jonhson! —me devolvió la sonrisa y se acercó a mí para abrazarme.

—Felices siete años —dije abrazándolo.

—No puedo creer que llevemos siete años juntos.

—Es raro —reí separándome de él.

Hicimos una clase de ceremonia, como hacíamos cada año cuando celebrábamos un nuevo aniversario de nuestra amistad. Comimos pizza, miramos la primera película que vimos juntos, o sea Toy Story y nos contamos anécdotas recordando todo lo que vivimos. Eran las dos de la mañana, y nosotros seguíamos con los ojos abiertos como dos búhos. Estábamos tirados en el suelo observando las estrellas a través del tragaluz. No se podía apreciar mucho pero no nos queríamos mover de ahí. Tom me tomó la mano y luego nos miramos.

—¿Puedo decirte un secreto? —dijo y luego miró hacía arriba de nuevo.

—Dime. Sabes que puedes confiarme tus cosas —sonreí y volví a mirar hacía arriba.

—Lo sé, tontita —suspiró. —Estoy enamorado —se sentó y se enderezo. Luego, yo hice lo mismo.

—¿Sí? —no sabía como reaccionar a eso.

—Así es. Hace bastante que esta chica me esta volviendo loco.

—Oh… ¿Quién es?, ¿la conozco? —pregunté sin mucho entusiasmo.

—Sí, la conoces bastante bien —volvió a mirarme.

—Tom, me la complicas —reí y comencé a pensar.

—Es fácil. La ves siempre.

Estuve unos segundos callada, pensando en quien podría ser pero nada venía a mi mente.

—Fletcher, me rindo —hice una mueca.

—¿Así de fácil? Te doy una pista, pero con esta te voy a ayudar mucho. La ves todas las mañanas cuando te miras al espejo —me quede sorprendida al escuchar eso salir de su boca.

—¿Yo? —dije tímidamente y lo miré.

—Ganaste. Sí, tu —me sonrió. —Estoy loco por ti, Bonnie.

—También me gustas —sonreí.

Nos miramos unos segundos, se acercó más a mí y entonces, nos besamos. Ese era mi primer beso, y sabía que era el de él también. Fue el mejor momento que he vivido. Nos separamos y seguimos mirando las estrellas hasta que nos quedamos dormidos.

Me desperté llorando, así sin razón. Me parecía todo confuso. Me encontré con que no estaba en el suelo, ni Tom estaba a mi lado. Había sido todo un sueño, pero no un sueño de los comunes, era algo que ya había vivido.