Confianza

1.1K 129 8
                                    

Hola, solo una disculpa porque posiblemente este día lo acabe ya muy tarde y se junte con el cuarto día de la week XD una disculpa, no me sentía muy bien y  ya no pude escribirlo todo al momento TuT

Nota: este día es un poco AU, aquí se conocen desde niños y tiene un pequeño toque de soulmates. Capitulo largo, léelo con calma uwu

.

.

.

.

"Uno era ladrón de libros. El otro robo el cielo"― Markus Zusak, The Book Thief.

Dolor, una sensación ardiendo alrededor de su ojo izquierdo lo hizo levantarse de golpe aquella madrugada, sin razón lógica soltó un gritó que alertó a su madre que llegó corriendo ni bien lo escuchó, al entrar a su cuarto encontró al pequeño de rizos alborotados sentado sobre la cama con el cuerpo encogido mientras apretaba con fuerza la zona que seguía quemandole.

―¡Izuku, mi cielo! ¿que pasó?― preguntó asustada mientras se sentaba frente al pequeño que solo sollozaba rogando porque ese dolor inexplicable de fuera de una vez.

El niño seguía llorando, ni él entendía que sucedía ―mami... duele― dijo de forma apenas audible sin descubrir su lado izquierdo, en su vocecita se distinguía que el sufrimiento era muy fuerte.

―Calma, calma... ya estoy aquí― susurró abrazándolo pero el llanto no cesaba ―haber, déjame ver, todo estará bien, ¿ok?―.

Con dificultad asintió y con quejidos apartó su mano del rostro, grande fue la sorpresa de Inko al descubrir que no había nada, su hijo estaba ileso y eso la confundía mas.

―Aún duele... me quema― dijo Izuku aún con las lagrimas brotando de sus ojitos esmeralda.

La mujer se quedó atónita, aún prendiendo la luz para poder ver mejor seguía sin distinguir nada incluso revisó que no hubiera algo irritando el ojo pero no había nada, incluso palpando con cuidado la zona no sintió nada anormal solo escuchó los quejidos del infante.

―¿Que tengo, mami?― preguntó Izuku luego de un rato de notar que esta no decía o hacía nada mas que verle confundida.

Antes de que Inko pudiera formular alguna frase el teléfono sonando en el pasillo la interrumpió, era medianoche ¿quien podría estar llamando? pensó en ignorarlo, estaba mas concentrada en descubrir que sucedía con su hijo pero la respuesta de este le sorprendió.

―Contesta, parece que es importante― aún tenía la expresión llorosa pero lo dijo con una seguridad bastante inusual.

Inko se levantó y con paso tranquilo fue a contestar, no sin antes advertirle a Izuku que se mantuviera quieto, ya había pasado por muchos sustos esa noche no quería que le provocara otro.

Sorprendida por la insistencia del teléfono alzó el auricular y apenas lo tuvo en la oreja lo que escuchó la dejó helada, gritos y llantos al fondo ademas de otras voces desconocidas, sin estar del otro lado pudo imaginar el caos que estaba ocurriendo, la voz femenina no pudo ser mas honesta: el hijo menor de los Todoroki iba camino al hospital, había sido lesionado por su propia madre la cual ahora estaba siendo llevada lejos del hogar a un hospital psiquiátrico.

―Santo cielo... ¿p-pero porqué?― preguntó aun sintiendo todo irreal, en el tiempo que llevaba conociendo a la familia Todoroki no se hubiera imaginado que sucedería algo así.

La respuesta del otro lado de la linea solo incrementó su sorpresa, incapaz de procesar todo de golpe no se dió cuenta que desde el principio de la llamada estaba Izuku hasta el final del pasillo escuchando lo que sucedía, claro, con un contexto confuso pues no escuchaba lo que decía la otra voz pero al ver su brazo sospechaba muy fuertemente que estaba relacionado con su querido Shouchan.

TodoDeku Week 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora