PRIMERA NOCHE.

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28-06-2018.

Algunas noches suelen ser tan solitarias como un día de verano a las 2 de la tarde con el sol en su apogeo, solo que claro, estamos hundidos por las estrellas y la melancolía que nos aborda sin aviso, sin consideración, sin importar que tan magnífico haya sido aquel día. Duele, claro que lo hace, duele el pensar en que un día se cumplirá nuestro terrible temor, nuestra gran pesadilla, la soledad. Por supuesto trataremos de disuadirla por las númerosas actividades en las cuales no nos dan un respiro en el día, sin embargo en la penumbra de un martes por la noche no tenemos una escapatoria, sin importar cuantas veces se rueden por la cama o cuantas ovejas imaginarias cuentes, no hay una salida de la soledad y su entrañable amiga la melancolía, quizá creerás que el sexo será la solución o el alcohol o la marihuana o lo cualquiera que sea tu adicción y no, el tener una pareja tampoco te exenta de pasar por esto. No. Esta es una perra, una cosa tan cabrona que parece no tener un fondo, es una perra insaciable. A veces (por no decir que todo el tiempo) jamás se encuentra el motivo específico por el cual sucede, podría ser por la falta de cariño, otra es la pérdida de tiempo o quizá la ausencia de alguien.

El dolor es persistente.

Es un dolor que jamás abandona solo descansa o te acostumbras a él, a que sea parte de tu día con día aún cuando estas en el momento cumbre de tu corta y despreciable vida. Posiblemente no lo notes por tratar de estar ocupado la mayor cantidad de tiempo posible, sin embargo el dolor es persistente, con solo tomar un descanso basta para sumirte en su oscuridad, en la melancolía y desgracia.

El sufrimiento es opcional.

(sin embargo nadie te dice como anular esa opción).

Llegará el día en que te decepcione la persona que creíste que jamás lo haría, siempre pasa tarde o temprano, definitivamente duele como si te arrancaran una parte de ti, definitivamente es de los dolores más grandes de esta vida, pero, el dolor se llega a tratar para hacerse inexistente, no obstante somos humanos, cometemos errores y le damos una mayor importancia de lo que en realidad fue de tal manera que llega el sufrimiento, le cedemos el poder a esa persona de hacernos miserables, amargados, inseguros, fríos, entre otras cosas, el punto está en que ¿por qué carajos permitimos esto?, ¿por qué no simplemente le damos la importancia suficiente para sobrellevarlo, superarlo y trascender con la misma rapidez que le costó defraudarnos?.

Somos seres humanos pero en el paquete no viene incluido el ser estúpidos y sumisos, cada uno se forma de manera que logremos sobrevivir en esta osadía. 

Escritos de una noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora