Capítulo XIII: Felicidad; Como lo es Verla Sonreír

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Milk amaba la lluvia.

Y él no sabía el porqué de aquello. Y tampoco era como si le importarse saber el porqué, solo sabía que siempre que los días eran grises y cuando las gotas comenzaban a caer, Milk se acercaba a la ventana y colocaba su mano encima del vidrio, admirando con una sonrisa como el agua que caía desde el cielo mojaba los verdes pastizales de la montaña Paoz.

Llevaban poco menos de un año de matrimonio y él -secretamente- se sentía bastante orgulloso de sí mismo al conocer algo que quizás no muchas personas conocían de la chica que resultaba ser su esposa.

Era divertido, porque hace muy poco tiempo él no tenía la menor idea de lo que significaba aquello y resultó que había sido la primera persona de su grupo de amigos que había terminado casado. Si lo hubiese sabido antes -en sus tiempos de niño- él hubiese apostado porque Bulma sería la primera esposa y que además Yamcha sería su esposo. Pero no. Se habría equivocado, porque resultó ser él el primero. Aunque... ¿Qué hubiese pasado si de niño él hubiese sabido que era casarse al momento en el que le prometió aquello a Milk?, ¿acaso lo hubiese hecho?

Goku torció los labios.

Se encontraba dentro de su pequeña casa tirado en el sofá mientras veía a Milk mirar por la ventana, en donde se podía ver tan feliz que le provocaba un algoque él no sabía cómo interpretar.

¿Cómo sería su vida en ese momento si ella no hubiese aparecido?

No tenía idea, pero él estaba seguro que sería mucho más aburrida de lo que era ahora.

Y es que las cosas con Milk eran muy divertidas. Ser un esposo lo era de por sí.

Debía admitir que habían cosas que no le agradaban del todo, como el hecho de no poder entrenar cuando él quisiese porque -extrañamente- eso enfadaba ligeramente a la joven mujer. Sin embargo, él parecía de apoco ir entendiendo esto del matrimonio y con cada día que pasaba iba acostumbrándose y acoplándose a su nueva vida día a día.

Un ejemplo claro era el contacto con su esposa. Cada día le parecía menos molesto el hecho de que Milk se le colgase del brazo, de hecho, ahora incluso le agradaba y habían momentos en los que los anhelaba.

Como cuando la veía dormir. Era tan divertida cuando dormía que él sentía un no sé qué dentro de su pecho que le pedía sentir de más de cerca el calor que irradiaba el cuerpo de la chica.

Quizás la palabra correcta no era precisamente "divertida". Más bien era linda. Sí. Milk se veía especialmente linda cuando dormía. Como sus pestañas parecían acariciar sus mejillas, como sus labios se entreabrían para dejar salir su suave respiración, como su nariz pequeña parecía a veces contraerse en el sueño, como su cabello tan oscuro como el negro más profundo se esparcía por la almohada y le daba un contraste a su pálido rostro. Y sus mejillas... Sus mejillas se sonrojaban ligeramente dándole la apariencia de una niña, casi la misma apariencia de aquella niña a la que le dio una manzana y con la que tuvo su primera cita.

Su cerebro entonces se iluminó.

Se levantó del sofá y caminó hacia la chica con su típica sonrisa implantada en su rostro infantil. Metió las manos a los bolsillo de su pantalón y entonces se plantó justo detrás de su espalda.

El olor natural de Milk se coló por sus orificios nasales. Él aspiró el aroma con profundidad y cerró los ojos.

Goku siempre se había caracterizado por tener una nariz aguda. Podía sentir olores a más de cien millas a la redonda, a veces podía resultar molesto, pero, sin embargo, siempre cuando se trataba del aroma a flores silvestre con un toque dulzón que provenía de su joven esposa, él no podía evitar sentir una ligera pizca de tranquilidad dentro de sí.

Como Una Primera Vez ♡GoChi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora