— Es muy obvio... — soltó casi en un susurro, mirando al suelo, pero aún así el contrario lo escuchó.
— ¿Qué cosa, bebé? — preguntó curioso el mayor, doblando un poco su cabeza de lado, haciéndolo ver tierno.
— Lo que siente por Jimin-hyung... — mencionó algo triste, agachó más su cabeza para así no poder ver el rostro de su mayor.
— Y-yo... ¿Enserio?, wow... bueno... la verdad si me gusta Jimin, Jungkook — río avergonzado, levantando su brazo y posicionando su mano en su nuca.
El menor se quedó en silencio, haciendo el momento un poco incómodo.
— Te odio... hyung — volvió a susurrar, sin poder evitar que unas cuantas lagrimas aparecieran.
El mayor se quedó atónito mientras observaba al menor llorar silenciosamente.
— ¿P-porqué lo dices... Kookie? — se asustó un poco.
— O-olvidelo hyung, no me haga caso — el pequeño enserio se sentía destrozado, y, aunquer el mayor quería respuestas... se le haría algo difícil responderlas.
— No — pronunció firme — no lo voy a olvidar. Responde me Kook, ¿Porqué me evitas? ¿Porqué ya no me hablas como antes?... , quiero saber que te sucede... t-tu me preocupas — era claro, Taehyung no se daba cuenta de nada.
— ¿Porqué le intereso? No se preocupe por mí, yo... no sirvo, solo... ya no quiero vivir hyung... , no lo haga más difícil para mí, n-nunca debí haber nacido... fue un gran error seguir respirando... — su corazón se estaba destruyendo poco a poco, cada segundo que pasaba era más doloroso para el castañito. Y para Taehyung... claro que también lo era, el no quería ver a su bebé favorito sufrir, mucho menos por su culpa.
— ¡No digas eso!... sabes que te quiero como a nada en el mundo — era la verdad, el mayor cada vez que estaba de malas... su Kookie siempre estaba ahí para él, haciendo que sonriera como nunca.
— ¿M-más que a Jimin? — alzó su rostro para poder mirar al contrario a los ojos.
El contrario abrió sus ojos sorprendido, su Kookie estaba al tanto que él gustaba de el pequeño chico de regordetas mejillas, aún así Jungkook le preguntó, y Taehyung no se arriesgaría a perder a la única persona que lo había ayudado cuando mas lo necesitaba.
— Si... , t-tu eres mi bebé, mi lindo y hermoso bebé, solo te quiero a ti, y-yo... te debo mostrar algo, ven conmigo ¿Si? — dijo Taehyung con las lagrimas a punto de sollozar.
No espero a que el menor respondiera, claramente no lo haría, los ojos de Jungkook tenían una mirada vacía. Agarró de la mano a su pequeño y comenzó a correr hacia su auto.
Salieron de la ciudad. Pasaron por lugares que Taehyung ya conocía pero Jungkook no... ¿A dónde lo llevaba?
Pasaban las horas, hasta que por fin llegaron.
[....]
La escena era hermosa.
Kim Taehyung sujetaba delicadamente la mano del menor, caminando poco a poco hacia la punta de la gran montaña donde estaban. El aire fresco se paseaba por los cabellos de los dos jóvenes mientras observaban el bello paisaje, la brisa relajante, el sol más brillante pues ya era el atardecer y el cielo con un color anaranjado también por el mismo, el precioso pasto verde que se encontraba por al rededor, las plantas, las flores y los árboles.
Los ojos del menor comenzaban a cobrar vida lentamente, regresando les el hermoso color castaño que estos tenían. Las lagrimas no demoraron por salir cubriendo su delicado rostro, era el lugar más hermoso que había visto en toda su miserable vida, estaba muy feliz, solo quería disfrutar el momento con su hyung, ...con su amor platónico (?).
En Taehyung solo se le podía ver una gran sonrisa, volteó para ver al menor, quién se veía realmente feliz observando el encantador paisaje.
— ¿Te gusta, bebé? — preguntó, haciendo que el menor lo mirara.
Wow, enserio era lo mejor que les había pasado.
— Es realmente bello hyung... e-estoy muy agradecido con usted... gracias por haberme dado la oportunidad de conocerlo y por haberme mostrado este hermoso lugar — respondió comenzando a llorar otra vez, de felicidad — lo amo... nunca lo olvide hyung, usted es muy especial para mí, yo daría mi vida por usted... aunque no quiera... yo lo haré ¡Lo juro! — y finalmente abrazo al mayor quien se había quedado muy sorprendido por aquella confesión.
Sonrío — Yo también te amo... Jungkook — correspondió su abrazo.
Era lo más hermoso que habían visto. Una bella escena de amor y amistad, de un cariño que nunca desaparecería, pues, los lazos que los unían jamás se romperían.
Nunca lo olvidarían... , «te amo mucho» - era lo que pensaban, pero no lo volverían a decir, por que tan solo tenerse el uno al otro era más que suficiente.
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